La correcta planificación del home office puede hacer la diferencia entre convertir el trabajo remoto en algo posible o en un suplicio. Aquí reunimos los consejos de los especialistas para montar la oficina en casa en tiempos de Coronavirus. En seis pasos, nuestras mejores sugerencias para que trabajar desde casa resulte más cómodo y agradable de lo que imaginan.
- ELEGIR UN BUEN LUGAR
La elección del lugar está directamente relacionada con el tamaño de la vivienda y el tipo de organización de la familia. Aunque parezca una obviedad, hay que lograr que nuestros días de trabajo en casa sean compatibles con la dinámica cotidiana del resto de los habitantes; sobre todo en estos tiempos de cuarentena en los que se convive 24 x 7. Desde ya que no es lo mismo emplazar un escritorio en el monoambiente de una persona soltera, que en el living de una familia numerosa. En condiciones ideales, “lo mejor es elegir un lugar apartado del resto de la casa para tener intimidad para trabajar”, asegura la Arq. Judith Babour. Pero cuando esto no es posible, “es mejor ubicar el home-office en el living o en un área pública de la casa. Se puede, por ejemplo, utilizar un escritorio con materiales en el tono de los muebles existentes, como pueden ser una biblioteca o el mueble de la TV”, dicen del Estudio Arquitecta Grin. La interiorista Matty Costa Paz suma un dato importante: “tratar siempre que el plano de trabajo se mantenga ordenado, un rincón o un pasillo pueden convertirse en nuestro lugar en el mundo para trabajar o estudiar y poder concentrarnos. No es necesario hacer grandes inversiones cuando se planifica correctamente”.
2. EL ESCRITORIO IDEAL
Comprado, armado, a medida o improvisado. Como sea, es necesario definir la superficie de trabajo que necesitamos y decidir en función de ello. Una buena idea es plantear un escritorio como núcleo central y alguna mesa auxiliar donde apoyar papeles extras. Esto ayudará a mantener el escritorio siempre despejado y en orden. Mucho mejor si tiene además algún cajón, preferentemente ancho y poco profundo, para guardar todo. No te olvides de evaluar la cantidad de enchufes; siempre estás a tiempo de amurar una zapatilla por debajo de la mesa de trabajo para conectar la computadora y la lámpara.
Si tenés opción, ubicá el escritorio en un lugar ventilado y que no tenga luz desde atrás: es preferible que las aberturas estén de costado, para dar luz natural de forma pareja, sin encandilar ni generar sombras. También podés ubicarlo mirando mirando hacia una ventana, de manera que reciba luz natural sin que afecte la visión de la pantalla. La conectividad es otro punto importante: hay que buscar el lugar con mejor wifi de la casa, o poner un repetidor de señal para tener siempre buena conexión a Internet.
En cuanto a su diseño, un escritorio con caballetes aporta más ligereza visual y puede ser ideal en los casos en que la oficina tiene que compartir espacio con otras áreas. “Siempre conviene optar por superficies claras y lavables, ya sea melamina, fórmica o piedra sinterizada”, recomienda Costa Paz.
4. LA LUZ CORRECTA
Si el espacio elegido no tiene buena luz natural, iluminá el plano de trabajo con una luz difusa general y otra puntual para algunas tareas específicas. En lo posible incluí la posibilidad de atenuar la luz con un dimmer para adecuar el caudal lumínico cuando las circunstancias lo requieren. “Lo mejor es incluir una lámpara de escritorio con luz led dimmerizable, para poder regularla a lo largo de las horas de estudio y adaptarla según se trabaje sobre una computadora o papel. Además, la luz debe ser cálida”, coinciden los especialistas.
5. LA LEY DEL ORDEN
Tener aliados del orden es fundamental cuando el espacio apremia. Allí es donde entran en juego los contenedores cerrados que permiten sacar de la vista papeles y elementos de trabajo. Armarios, cajoneras, módulos de archivos y cualquier otro mueble cerrado ayuda a que el espacio siempre esté ordenado. Los arquitectos aconsejan incluir estantes sobre los planos de trabajo, para taner todo a mano pero en orden, cajones para elementos de librería y otros papeles y otro para cables cargadores.
6. DECORACION Y ENTORNO
Para ensambar mejor la oficina dentro de otro espacio de la casa lo mejor es guardar cierta estética. Colores como el blanco, la madera o los tonos neutros son muy fáciles de combinar, y resultan más tranquilos y serenos. Además, siempre se puede optar por poner algo de color en complementos y decoración. Una bibliotca con libros y objetos seleccionados es un buen complemento del escritorio de trabajo. Si no hay mucho espacio, se puede optar por escritorios con cajones o puertas.
6. UNA BUENA SILLA
El asiento es uno de los principales soportes del cuerpo. En el mercado hay todo tipo de sillas de trabajo y una amplia variedad de modelos y materiales; Es fundamental que la silla sea la más cómoda a la que podamos acceder. Las mejores son las que tienen disponible una mayor gama de ajustes ergonómicos y por supuesto, ruedas. Aunque siempre es una tentación privilegiar la estética o el precio, en este ítem conviene no subestimar la ergonomía: una altura regulable, ruedas y respaldo con apoyo lumbar correcto son fundamentales.
Para una postura correcta: el monitor debe ubicarse por debajo de la línea de visión y, al menos, a un brazo de distancia del usuario. El teclado y el mouse deben permanecer en la línea del codo. Los pies deben apoyarse en el piso.