Una manera de organizar ¡y cambiar! tu placard es animarte a guardar las ropa de otra manera, incluso en modo vestidor a la vista. Mirá estos consejos para hacerlo de una manera práctica y canchera.

Los vestidores a puertas abiertas ganan terreno: son prácticos, fáciles de armar (o desarmar) y muy cancheros. Además, se les puede agregar espacio a medida que se necesita. Con creatividad, las alternativas son infinitas.
¡Eso sí! La clave es tratar de mantener el orden: todo está a la vista. Pero hay maneras de mantener la ropa y accesorios bajo control.
Vestidores: a guardar, cada cosa en su lugar
Las barras para colgar, las perchas y las cortinas son grandes aliados a la hora de montar tu propia estructura de guardado.
Pero también los cajones y canastos de distintos tamaños. Mucho mejor si son de madera o de fibras naturales. Aunque los de metal también quedan muy bien.
También podés recurrir a forrar algunas cajas vos misma y usarlas como prefieras. Lo que importa, es que guarden y ordenen tus cosas.

Los vestidores en el centro de la escena
Las alfombras son accesorios básicos que no pueden faltar: enmarcan la zona del vestidor, abrigan el piso y otorgan la calidez necesaria para probarte cada prenda.

Los estantes colocados en altura permiten evitar el desorden, sin perder de vista lo necesario ni ocupar lugar demasiado lugar.

También podés incluir tu propio rincón de prueba de outfit.

Si vas a elegir el lugar, gana el que mejor luz natural tenga.
Los espejos también son muy necesarios: podés optar por los de pie, los modelos redondos tan de moda, o combinarlos. Una silla o sillón (si hay espacio) es otro recurso acertado a la hora de armar tu propio vestidor.

Las velas y aromatizadores terminan de recrear la atmósfera a tu gusto.
Ahora sí, tené en cuenta nuestros tips... ¡y organizalo como quieras!
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