"Estuve dos días y dos noches sin dormir viendo las 7 temporadas de Breaking Bad" –cuenta Diana– "Fue durante los primeros días de enero, cuando mis hijos estaban de vacaciones. Me aprovisioné, prendí el aire y me tiré en el sillón… Cuando terminé sentí que me había ido de viaje a Albuquerque. Para mí maratonear hace ‘segregar anfetaminas’. ¡En todas esas horas no sentí sueño!".
El término original en inglés es binge watching, pero en Argentina lo conocemos como “ver series en formato maratón”. Y en cualquier caso se refiere a ver múltiples episodios consecutivos del mismo programa en una sola sesión. Se puede ir pasando de dispositivo para no interrumpirla. Por ejemplo, arrancar la maratón en casa, en la tablet o notebook, y seguirla en el celular durante el viaje en subte.
NO ESTAMOS SOLAS… Según cifras recientes reveladas por Netflix, entre 2013 y 2016 la cantidad de personas en todo el mundo que termina una temporada el mismo día de su lanzamiento creció más de 20 veces. Esto se traduce en pasar de 4 a 13 horas seguidas frente a una pantalla. El país que lidera el ranking mundial de maratones es Canadá, seguido por Estados Unidos y Dinamarca. Argentina se encuentra en el puesto 30. Algunas de las series más “maratoneadas”: Gilmore Girls: A Year in the Life; Fuller House y Marvel-The Defenders.
Este fenómeno despertó el interés de muchos investigadores. Es el caso del comunicador Emil Steiner de Temple University, quien en su tesis doctoral explica los principales motivos del furor del binge watching. Sus entrevistados aseguraron que consumiendo series de este modo la experiencia se hace más real, se sienten más cercanos a la historia y al propósito de los guionistas.
También se reduce el tiempo de espera para conocer el desenlace de la historia, les permite ponerse al día antes de que salga una temporada nueva y participar de las conversaciones de sus grupos de amigos o compañeros de trabajo. Afirman además que algunas series producen efectos de relajación y cierta nostalgia, como ver una maratón de Friends hoy. El mismo investigador señala que en la narrativa del siglo XX pasar el día viendo televisión era una actividad “estúpida y perezosa”, pero en la actualidad dedicar un fin de semana completo a disfrutar de una serie es signo de “estar en onda”.
MUCHO, MUCHÍSIMO, DEMASIADO. "Para 9 capítulos, que fuera maratón jamás se puso en duda -asegura Paula Ikeda, periodista de Para Ti que vio en su celular la segunda temporada completa de Stranger Things en el día (26 de octubre) y a la hora exacta de su estreno en nuestro país (4AM)- ¿Pude haberla visto más tranquila, de noche, en pantalla gigante y sin correr? Sí. Pero por algo le dicen maratón y, cuando de mañana Millie Bobby Brown posteó en Instagram, me felicité. El suyo, el primer spoiler oficial estaba ahí afuera y ¡eso ya no me afectaba!".
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Melbourne, Australia, ver una serie en “formato atracón” la hace menos memorable y menos disfrutable que si se ve un capítulo una vez por semana. Además, cuanto más larga es la maratón se requiere un período más largo para “enfriar” la excitación cognitiva e irse a dormir. En el mismo sentido, la complejidad narrativa de las series actuales deja a los espectadores pensando en cómo continuará la historia y es probable que esto complique aún más conciliar el sueño.
TEST PARA MARATONISTAS. La pregunta acerca de si sos o no “adicta” a las maratones de series no tiene una respuesta taxativa, y hay diferentes niveles.
1. Si preferís quedarte viendo tu serie en vez de ir a reuniones con familiares lejanos, tu nivel es “adicción conveniente”.
2. Si dejás de ir al gimnasio o a tus clases de yoga, hablamos de una “adicción leve”.
3. Si no aparecés, ni siquiera pasás a saludar por su cumpleaños a amigas más o menos íntimas se trata de una “adicción importante”.
4. Y si ya faltás a trabajar para quedarte en tu casa y ver la serie, ¡buscá ayuda!
Para los niveles 1 y 2 y, en menor medida, el 3 puede haber soluciones de tipo caseras: regímenes antiadicción como un sistema de premios y castigos para reducir la cantidad diaria a dos capítulos. En caso de cumplir con el límite impuesto, corresponde una buena cena con postre. Caso contrario, milanesas de soja tibias sin queso. Y si no aguantás y ves un capítulo más, y otro… por cada capítulo extra, ¡50 abdominales y 20 minutos de bicicleta! O hacer algo que no te guste tanto (compras, un trabajo pendiente, tareas hogareñas) también en modo maratónico.
Definitivamente, se necesita disciplina y una buena estrategia para ganarle la batalla a estas hermosas y adictivas historias. Así que, ¡fuerza y mucha suerte!
texto DANILA SAIEGH foto LATINSTOCK
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