Desde el miércoles el mundo del espectáculo está conmocionado con la trágica muerte de Gustavo Martínez, el tutor de los hijos de Ricardo Fort que se suicidó al arrojarse desde el piso 21 de una torre del barrio porteño de Belgrano en la que vivía con Felipe y Martita Fort, los adolescentes que la semana que viene celebrarán sus 18 años.
En medio del dolor y luego de la autopsia correspondiente, familiares y amigos del ex novio del chocolatero se congregaron esta mañana en un cortejo de veinte autos que arribó al cementerio de la Chararita para el último adiós. La participación de los mellizos era una incógnita, especialmente después de las declaraciones del joven que dijo que su papá iba a esperar “con los brazos cerrados” al hombre de 62 años por haberlos “abandonado” a días de cumplir la mayoría de edad.
La adolescente se quedó con ella y su hermano se instaló en la casa de Eduardo Fort mientras hasta el 25 de febrero la tutela quedará a cargo de Cesar Carozza, abogado y amigo de la familia. “Estamos conteniendo a los chicos, es un momento muy difícil, así que les pido por favor que entiendan”, afirmó el letrado.
La palabra de Marisa López
Hasta el momento, la única que había hablado sobre cómo están los chicos fue Natalia Román, jefa de prensa de la familia Fort. Pero, en el marco de la despedida final de Martínez, fue Marisa López, la niñera de toda la vida de Martita y Felipe, la que decidió romper el silencio para contar cómo están atravesando este drama.
“Yo voy a estar bien por los chicos”, dijo ante la consulta del cronista de “Secretos verdaderos” en América TV. “La verdad que es muy duro para todos, fue una muerte violenta, y el tema y el problema, ¿sabés cuál es? El castigo a los chicos. Están todos equivocados”, agregó.