A pocos días de alcanzar el puesto N1 en The World's 50 Best con su restaurant Mirazur, el argentino llegó al país y le abrió las puertas a nuevos proyectos gastronómicos.
Esta es la primera visita de Mauro Colagreco al país desde que -hace solo un par de semanas- alcanzó en número uno en los The World's 50 Best Restaurants. Hace días nomás que su restaurante, Mirazur, se ponía en lo más alto y el argentino se consagraba número uno del mundo.
Colagreco desembarcó en Buenos Aires y en unas horas lo revolucionó todo.
Sin tiempo siquiera de verse con amigos y familia (muchos se acercaron hoy desde su La Plata natal a la ciudad de Buenos Aires para poder cruzar unas palabras y felicitarlo), Colagreco llegó a la Argentina especialmente para la final del “Prix de Baron B Édition Cuisine”. Se unió a la troupe: es que, al igual que en la primera edición de la competencia, fue jurado junto al chef peruano Mitsuharu “Micha” Tsumura (de Maido, el restó #1 de Latinoamérica) y los argentinos Martín Molteni y Marina Beltrame.
El rol de Colagreco: buscar la excelencia entre los mejores proyectos gastronómicos del país. ¿La meta? Que el ganador genere un cambio en su entorno y sumar un granito de arena a la gastronomía argentina. Y, al mando de Mirazur, pocos menores que él -quien logró tocar el cielo con las manos- para dar con excelencia en su tierra natal.
Colagreco revisó distintos proyectos presentados de todo el país. Y en esta ocasión -la segunda consecutiva que lo tiene como jurado-, el ganador fue el chef Santiago Blondel de “Gapasai Restó” de La Cumbre, Córdoba. Sierras y productos insólitos (¡camarones de río!) atrajeron la atención de este chef argentino quien supo crear en Menton -justo en el límite entre Italia y Francia, con toda la abundancia del mar y de la tierra- su propio universo.
Sencillo y afable, Mauro Colagreco desembarcó en Buenos Aires y se embebió de cada trabajo presentado sabiendo las problemáticas que un chef puede encontrar en la cocina argentina. Se trata de sortear barreras y con buenas intenciones, ganas e ideas ver qué se puede hacer. Así habló conversó con Para Ti:
"Es verdad, a esta hora podría estar tranquilo y en casa en Francia, pero me enorgullece poder venir a mi país y apostar a que nuevas generaciones hagan lo suyo. Que me convoquen para que (con ideas, ganas y talento) podamos abrirle paso a otros para armar su propio camino es muy gratificante", destacó el chef.
Con el impulso de la cocina Latinoamericana a nivel internacional, del Perú, de Colombia... ¿Es tiempo de dar el gran salto?
"Argentina se está metiendo en el mapa de la gastronomía mundial. Tiene todo para lograrlo, el talento, ¡los productos! Yo creo que esto que vivimos ahora es obra de mucho trabajo y en especial del trabajo de generaciones de otros cocineros. Ahora es cuando se están notando los resultados y esto no debe parar", respondió Mauro.
"Hay mucho por descubrir, lo que hacemos en Francia también se puede hacer acá. Se trata de trabajar con el productor local, hay familias enteras que pueden vivir de esto y es tiempo de sacarle provecho a todo lo que tenemos por mostrar. No hay grandes secretos. Yo creo que se trata de ser consecuentes, mantenerse y continuar. Como argentino me enorgullece lo que está pasando con la gastronomía".