Los Reyes de Holanda participaron del acto de conmemoración del Día de la Liberación. Un evento siempre emotivo que este año se vivió más intensamente en el contexto de la pandemia.
Para los holandeses el 4 de mayo es un día muy especial ya que se conmemora el Día de la Liberación, fecha en la que se recuerda la retirada del ejército nazi de Holanda.
Cada año, Los Reyes de Holanda Máxima y Guillermo acuden al Monumento Nacional ubicado en la plaza Dam de Amstedam para homenajear a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
Esta vez, fue una ceremonia diferente a todas ya que debido a la cuarentena se realizó sin público presente.
Máxima vestida de negro
Como una tradición, los Reyes se presentaron el acto con un riguroso estilismo en color negro.
Máxima llevó un look súper elegante y sobrio respetando el protocolo.
Se vistió una blusa que había usado en el año 2013 cuando visitó al Papa en el Vaticano. La combinó con una falda negra larga de la etiqueta Valentino y completó su look con una capa y un sombrero de fieltro tipo fedora.
Lágrimas y sonrisas de Máxima de Holanda
Máxima junto con su marido el Rey Guillermo pusieron una corona de flores y allí se proyectó un video con testimonios de familiares de las víctimas.
La Reina no pudo controlar su emoción y en todo momento se la vio con lágrimas en los ojos.
Este acto habitualmente reúne a muchísimos ciudadanos holandeses que se acercan a la plaza Dam. Pero este año, a causa del confinamiento social por pandemia, hizo que este acto sea aún más sobrio y emotivo de lo normal, ya que la plaza se encontraba vacía y solo contaba con la presencia de los Reyes y algunos Gobernadores.