Ya está terminando 2020 y a todas las tareas que tenemos a diario, se le suman la organización de las fiestas, los saludos de fin de año, pensar la comida, el vestuario y ver con quién pasás cada fecha. Esta vez con algunos factores que no solíamos considerar años anteriores: un posible límite de personas por casa y un cuidado extremo por las personas mayores.
Pero tranquila. Hay un secreto simple, práctico y eficaz para que puedas con todo: la meditación. Lo bueno es que para practicarla no es necesario que viajes a la India o construyas en tu casa un salón de meditación.
Lo primero a tener en cuenta es que, para iniciarte en la práctica meditativa, 5 minutos a la mañana y/o 5 minutos a la tardecita es más que suficiente.
Cómo hacerlo
- Sentate cómoda y con la espalda derecha (puede estar apoyada o no). Las piernas pueden estar cruzadas (en posición de loto) o podés apoyar los pies en el suelo. Manos sobre las piernas.
- Tomá aire y al exhalar cerrá los ojos.
- Intencionalmente relajá los hombros y sé consciente de cada parte de tu cuerpo y cómo se relajan con cada exhalación.
- Empezá a sentir cómo (por la nariz) entra y sale el aire de tu abdomen.
- Quedate ahí. Concentrándote en la respiración. No intentes no pensar, por el contrario, se trata de ser consciente de los pensamientos y las emociones y dejar que fluyan sin juzgar.
- Abrí los ojos y seguí con tu día.
Te recomiendo que uses un temporizador o despertador. Afrontá esta etapa de manera estratégica y tranquila; y animate a meditar que, como digo siempre, es más sencillo, menos místico y más efectivo de lo que se cree.
Asesoramiento: Agustín Roselli. Instructor de meditación @agustinroselli.meditacion