Meghan y Harry abandonaron la Familia Real en abril, pero seguían atados a la Corona por el pago de las refacciones de la casa (que no usan). Una cifra millonaria que acaban de depositar ¡entera! Ya no les deben nada
Meghan y Harry ya pueden decir que el Megxit llegó a su fin. Que la separación de la Familia Real y de los compromisos oficiales ya son una realidad.
Los duques de Sussex acaban de pagar la última deuda que los tenía atados a la Corona británica. Meghan y Harry cortaron el cordón...
Hoy son una familia de tres: ellos y su hijo Archie con una nueva vida en los Estados Unidos. La pareja dejó una etapa atrás.
La cifra millonaria que debían Meghan y Harry
Está hecho. Parecer ser que el príncipe Harry se dio el gusto de depositar 2,4 millones de libras. Esa era la cifra que debían por las reformas que se hicieron en Frogmore Cottage, la residencia real que habían reservado para que vivieran los duques tras su boda.
Reformas que, muchos señalaron, eran para que la estadounidense Meghan se sintiera como en casa en Gran Bretaña aunque en realidad se trataba de reformas normales acordes de una pareja joven iniciando su vida en una casona antiquísima.
Allí vivieron un año y medio.
Se dice que, apenas pudieron cobrar el acuerdo que hicieron con Netflix para hacer producciones, Meghan y Harry corrieron a saldar sus deudas: no quieren deber nada.
Cuentas claras conservan... la distancia
Es que, desde que se emanciparon de la Corona muchos remarcaron que Meghan y Harry aún "estaban en deuda y vivían del dinero público". Lo que tampoco es verdad:
la deuda de los duques de Sussex era en realidad con la reina (propietaria del lugar quien les regaló el lugar como presente de boda) y con el príncipe Carlos, padre de Harry quien se hizo cargo de las refacciones para el nuevo hogar de su hijo menor y de su nuera.
La visión de quienes señalaban que la pareja le "debía" algo al pueblo británico es que la fortuna de la reina y de su hijo, el príncipe heredero, viene de los impuestos de sus respectivas tierras y propiedades.
Ya no más. Harry depositó todo y ya tienen una bella casa en Santa Barbara en los Estados Unidos donde vivir en paz. Cuentas claras, mantienen la distancia.
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