Llegar a Hollywood no es fácil y para quienes lo logran, mantenerse arriba es casi un trabajo a tiempo completo. De entregas de premios a galas, pasando por entrevistas, posteos en redes o reality shows, los esfuerzos de quienes luchan por mantenerse vigentes toman mil formas. Y en las antípodas de ese esfuerzo está Michelle Pfeiffer.
Sin grandes anuncios ni mucho menos escándalos, hace casi una década que la actriz que ahora tiene 59 años y que deslumbró al público y críticos con sus papeles en películas tan disímiles como perdurables como Scarface , Relaciones peligrosas, Los fabulosos Baker Boys y Batman vuelve, eligió alejarse de los flashes y dedicarse a la vida familiar.
Sin embargo, 2017 es el año de su regreso. Primero fue en la pantalla de HBO junto a Robert De Niro con The wizard of lies, después en el cine independiente de la mano de Madre!, una película en la que comparte pantalla con Jennifer Lawrence y Javier Bardem, y ahora es el turno de Asesinato en el Orient Express, la adaptación de la popular novela de Agatha Christie.
LA DIVA SE VISTE DE PRADA. Deslumbrante en un vestido plateado de Prada, la sex-symbol de los años ´90 brilló en la avant premiere en Londres del film en el que también participan Johnny Depp, Penélope Cruz, Judi Dench, Wilem Dafoe y Kenneth Branagh. Y el vestido de Pfeiffer fue inmediatamente relacionado al mítico diseño que usó en 1983, en la película Scarface . El denominador común: el estilo slip dress (de seda o satén, ligero, con brillo) y el escote que la actriz de casi 60 años llevó con orgullo al evento en el Royal Albert Hall y que rememoró el look de la inolvidable Elvira Hancok, su personaje junto a Tony Montana (Al Pacino) en la película de culto dirigida por Brian de Palma.
LA VOZ DE LA EXPERIENCIA. “Yo nunca perdí el amor por la actuación. Honestamente, soy una persona más balanceada cuando trabajo”, aseguró la actriz en una reciente charla con la revista Interview en la que explicó que su ausencia en la pantalla grande y en la primera plana tuvo más que ver con las miles de condiciones que ella anteponía en su afán por priorizar la familia (actualmente está separada y tiene dos hijas: Claudia Rose Pfeiffer (24 años, adoptada) y John Henry Kelley, de 23 años).
“Me volví incontratable” expresó Michelle Pfeiffer la misma semana en la que también sorprendió por la firmeza con la que se refirió a las denuncias contra el productor Harvey Weinstein y a la ola de menciones sobre abusos en Hollywood.
“Nunca trabajé con Harvey Weinstein, pero tengo que reconocer que he tenido algunas experiencias de acoso. Desde que empezó todo esto, no hay una sola mujer con la que haya hablado que no me haya contado un caso. Lo cual indica que estamos ante un problema sistémico -expresó en otra entrevista con la BBC- Percibo que se está produciendo una honda reflexión tanto en hombres como en mujeres”.
Texto: LUCÍA BENEGAS. Fotos FOTONOTICIAS
