El 11 de diciembre del año pasado, hacía mucho frío en Washington. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, tenía por delante una difíl reunión con Donald Trump. La líder de los demócratas en el Congreso sale de la Casa Blanca, a la vista de todos los periodistas, abrigada y con una sonrisa triunfal.
Llevaba un tapado de la colección 2012 de Max Mara que la empoderaba aún más y Pelosi se convirtió en una mujer a admirar. La imagen se viralizó en las redes y la marca tuvo que volver a producir y sumar ese abrigo en la nueva colección. Ése es el ejemplo de cómo una prenda empodera a la mujer ¿o será al revés?
Lo cierto es que el poder femenino cobra vigor en la moda y se refleja en las tendencias de este invierno. Hay elementos, ítems, estampas y cortes que hablan de una mujer poderosa, que sabe lo que quiere y no se deja llevar.
En el transcurso de unas pocas horas, después que se subieran a las redes aquellas imágenes, se crearon dos cuentas de Twitter en honor a él (I am Nancy Pelosi’s Coat y Nancy Pelosi Coat- algo así como soy el abrigo de Nancy Pelosi), y se indagó sobre su origen.
“¿Quién necesita una armadura cuando tenés un lanzallamas de lana?”, escribía sobre la potente simbología de la prenda Vanessa Friedman en The New York Times.
Y no era la primera vez que Pelosi llevaba ese abrigo: también lo usó en la ceremonia del segundo mandato de Barack Obama en 2013. Después de semejante alboroto, Max Mara subió a su pasarela una colección de tapados inspirados en aquel que usó Pelosi de colecciones pasadas.
Y si hablamos de homenaje al poder femenino, no podemos dejar de mencionar el desfile de Chanel, el primero después de la muerte de Karl Lagerfeld, en el cual Virginie Viard, su sucesora se llevó todos los aplausos.
El káiser dejó su legado a una mujer que supo llevar adelante una colección manteniendo la impronta y el ADN Chanel esta vez bajo una mirada femenina. ¿Cuáles son los ítems que nos hablan del empoderamiento de la moda? Tomá nota:
SILUETA BOXY. Tapados con hombros marcados, looks monocolor, poleras en reemplazo de la camisa, bolsillos utilitarios que se levantan de las prendas, pantalones amplios y hombros redondeados. Esta tendencia comenzó en los años 60' con el vestido trapecio sobre la pasarela de Yves Saint Laurent.
Este estilo se caracteriza por resaltar aspectos que van más allá del cuerpo: la mujer que lo usa quiere hablar de cuestiones que van más allá de su figura.
Ideal para un look profesional, para lucir relevante, poderosa. Lo ideal es complementarla con piezas ajustadas que exacerben feminidad y balanceen el contorno ‘arquitectónico’ de la parte superior.
ABRIGOS XL. Se llevan de cuero pelo, paño y lana, con silueta recta o bombee, y con solapas y cuellos amplios que cubren todo el pecho.
SUPERPOSICIÓN. Prendas sastreras, combinaciones de chaqueta+chaleco, sobrefaldas, asimetrías y cortes arquitectónicos. Una tendencia que admite capas de prendas.
SASTRERÍA ENVOLVENTE. Paños que envuelven la figura, del mismo tono o material, o también contrapuestos. Se alían lo rígido y lo orgánico, y el accesorio se lleva unido a al prenda.
PANTALÓN DE CINTURA ALTA. Se lleva ceñido y pinzado, ancho y largo sobrepasando el sueño. Algunos con vuelos por encima de la cintura.
ESTAMPAS. Cuadros y tartanes llevan en diferentes colores y combinaciones de tonos no tradicionales, formas y tamaños tanto en sastrería, como abrigos y faldas.
El pied de poule es el otro elegido de la temporada: es el motivo clásico del tejido sastrero. Se usa en conjuntos completos. Y por último, los enlazados: Burberry juega con su logo. Efectos visuales en prendas completas o conjuntos full print.
CINTURA CEÑIDA. Los cinturones anchos marcan la cintura y le aportan el toque femenino (más lady que nunca) a cualquier look.
Texto: Daniela Fajardo.
Fotos: Gentileza INTI.