Por fin llegaron. Estamos en plena época de liquidaciones y es el momento de aprovechar para darnos más de un gustito. Muchas veces, se trata de esas prendas que nos impactaron ni bien las vimos pero que no hubiésemos comprado a precio regular porque sabemos que no vamos a usar más que un par de veces.
Pero en otros casos, podemos invertir en ropa que, el año entrante, será muy útil para ampliar nuestro guardarropas. Además, con la aparición de las colecciones crucero -esos mini lanzamientos de ropa de verano en invierno y viceversa-, tal vez ni siquiera tengamos que esperar a la temporada invernal 2022 para usarla.
1. Vestidos de punto
Si bien hacía un buen tiempo que no los veíamos tan frecuentemente como este invierno, son clásicos que no pasan de moda y siempre nos sacan del apuro. Lo recomendable es optar por una fibra con poco contenido de polyester para prevenir las “pelotitas” que suelen formarse con el roce sobre todo atrás, a la altura de donde nos sentamos. La ventaja, son súper prácticos, abrigados y elegantes. La desventaja: pueden aplanarnos las curvas. Una buena opción es usarlos con un cinturón fino, si es de otro color que el del vestido, mejor.
2. Blazers y tapados
Dejaron de ser esa prenda que nos sacamos ni bien llegamos al bar o al restó para convertirse en protagonistas de nuestro look y, ya sea por la pandemia o por la costumbre cada vez más naturalizada de sentarnos en la vereda día y noche, incluso en pleno invierno, debemos prestarle cada vez más atención. Tal es así que hoy, si vamos a tener una salida, social o de trabajo, a cielo abierto y las temperaturas son bajas, tenemos que pensar nuestro outfit completo a partir del abrigo. Por eso basta de neutralidad y minimalismo. Los estampados, los colores shocking y los detalles de pieles o bordados harán que todo nuestro look se vuelva más original y exclusivo -aunque debajo solo llevemos prendas que acompañen y respeten su lugar de estrella-.A la hora de comprar, si lo que queremos es no perder la vigencia del modelo, mejor dejar de lado los abrigos cruzados y optar por solapas de ancho intermedio.
3. Blusas, camisas y suéters
Si recordamos que, en toda charla entre dos personas el 95% del tiempo nos miramos directo a los ojos, con un solo pantalón o falda lisos y de tonos neutros, podemos armar varios equipos. Por eso estas prendan jamás redundan en nuestro guardarropas. Si se trata de una pieza de excelente calidad que, con un poco de cuidado, nos va a durar más de una temporada, mejor no delatar en qué año exacto hicimos la compra. Por eso lo recomendable es evitar detalles tan actuales como las mangas abullonadas, los colores como el lila o los fluo, los crop-tops y los cut out -esos cortes internos que dejan ver la piel-.
4. Vestidos camiseros
Para las que pasamos los 30, son comodines indiscutibles que les quedan bien a todas las estructuras de cuerpo. No aprietan pero sí “dibujan” la silueta y, no importa si son lisos o estampados, de tonos suaves o subidos, podemos usarlos tanto para ir a buscar a los chicos al cole como para una reunión en la oficina o una salida con amigas. El cuello tipo camisa, si no lo usamos totalmente cerrado, es apto para todo tipo de rostro y podemos sumarle un toque sensual desprendiendo varios de los botones de la falda. Vamos a encontrarlos de distintos de largos. El ruedo a media pantorrilla -ya comprobamos que no nos resulta favorecedor a todas- sigue vigente. Sin embargo, aún cuando decidamos mandarlo a la modista para acortarlo -porque la moda cambió o porque nuestras piernas lo merecen- si la calidad acompaña, sin duda nuestro vestido camisero valdrá la compra.
5. El momento de los caprichos
Nos gusta, sabemos que nos va a quedar de maravilla y, al fin y al cabo, para eso trabajamos. Por eso, es hora de sacarnos los antojos: ¿qué tal un vestido lencero con puntillas en el escote para esa cita tan especial? Lo podemos usar en invierno debajo de un abrigo de piel sintética o en verano únicamente acompañado por una cartera mínima. Unas botinetas metalizadas con un súper taco aguja tampoco están nada mal. El plateado y el dorado no van a recorrer indefinidamente las pasarelas pero ¿quién nos quita lo bailado? ¿O mejor un body tan sexy como sugerente con detalles de encaje y transparencias? Luce increíble solo o debajo de un blazer y, cuando pase de moda o queramos darle otro uso, será nuestra ropa interior en una noche especial
Fuente: Kiki Fernández Asesoramiento de Imagen Personal, Profesional y Corporativa. (www.kikifernandez.com / @kikifernandezimagen).