Prefirió evitar la alfombra roja en los momentos previos a la ceremonia de la 65ª edición de los Grammy. Pero cuando hizo su aparición en el salón del estadio Crypto.com, Adele logró convertirse en el centro de las miradas con su total look inspirado en el Hollywood de los años dorados.
La cantante británica fue lookeada por la estilista Jamie Mizrahi (quien también viste a Ariana Grande y Nicole Richie), quien pensó en cada detalle: sin dudas, la perla fue el vestido de terciopelo bordó de Louis Vuitton con grandes volados y cintura marcada por una tira del mismo género.
Siempre glamorosa y con un gusto perfilado hacia lo vintage, Adele es conocida por sus vestidos clásicos de marcas como Schiaparelli y -como lo demostró en esta ocasión- Louis Vuitton, firmas de moda que también eligió en actuaciones recientes.
Amplificó el glamour con joyas de Tiffany & Co., incluidos aros, anillos y pulsera de diamantes. En cuanto a su beauty look, se mantuvo fiel a su estilo icónico de inspiración retro con un pronunciado delineador de ojos en negro haciendo un pulcro cat eye y sombra de ojos con destellos bordó, haciendo juego con su vestido. Se peinó el pelo con raya al costado, en ondas que caían en cascada alrededor del hombro.