Los encajes y el broderie comenzaron a hacerse populares en Europa durante los siglos XVI y XVII. Originalmente eran considerados lujosos y símbolos de estatus, ya que requerían un trabajo manual minucioso, lo que los hacía muy caros para la época, por eso era usados mayormente por la realeza.
En el siglo XVI, los encajes de Venecia, Italia, se convirtieron en uno de los tipos más famosos y buscados en Europa. Estos encajes eran utilizados en prendas de vestir, cortinas, accesorios y otros elementos decorativos.
Fue la Revolución Industrial la permitió su producción en masa, lo que hizo que fueran más accesibles para diferentes clases sociales. Los encajes de algodón y otros materiales más asequibles comenzaron a competir con los hechos a mano en términos de popularidad. Así se convirtieron en un clásico que esta próxima primavera/verano 23-24 vuelven a ser trendy, aportando el toque femenino y romántico que no sabíamos que necesitábamos.
Para que tomemos dimensión de lo fuerte que pisan estos textiles la próxima temporada, en la foto podemos ver que Prada hizo un vestido largo midi y le agregó su característico logo. Una versión moderna de una tela que tiene varios siglos.
Claro que no necesitamos aplicar esta tendencia de pies a cabeza, también podemos optar por algún detalle en el que sea protagonista, como en este crop top amarillo que se destaca con un blazer sastrero en el mismo tono.
Los cuellos estilo Peter Pan llegan de la mano de esta tendencia y harán destacar a la clásica camisa blanca. Una prenda que podemos combinar desde con jeans hasta con faldas.
El encaje va a aportar un toque sensual pero muy sofisticado a nuestros outfits. Así los naked pants como el que lleva Hailey Bieber serán muy vistos en el street style durante los días más cálidos del año.
Falda midi de guipur (un estilo de encaje), remera básica blanca y cartera estampada. Un atuendo informal con el que podríamos hasta ir a la oficina gracias al mix de estilos que hay en él. Más trendy imposible.