Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II, los príncipes William y Harry reaparecieron junto a Kate Middleton y Meghan Markle. Los hijos del rey Carlos III y sus esposas estuvieron presentes en el homenaje, donde saludaron a la multitud, contemplaron las coronas florales y se mostraron unidos como familia, después de mucho tiempo.
Sin embargo, las miradas también estuvieron posadas en sus vestimentas, de color negro, como se suele usar comúnmente en actos de luto y con la elegancia que caracteriza a las dos mujeres. Por un lado, la princesa de Gales optó por un vestido entallado al cuerpo de Zara, con escote redondo, manga larga y falda tipo tubo.
Además, vistió unas medias negras transparentes que lució junto a unos stilettos, de taco aguja. En cuanto a los accesorios, lució el anillo de compromiso (que perteneció a la fallecida Lady Di) junto a unos aretes muy modestos. En cuanto a su peinado, eligió conservar su clásica melena suelta y con movimiento.
Meghan de Sussex, clásica pero con su estilo
Por su parte, la duquesa de Sussex lució un vestido evasé estilo New look, de manga corta y con el conocido "escote Meghan", que tanto la caracteriza. A diferencia de Kate, usó un diseño más largo (pasando las rodillas) pero, en cuanto al calzado, se asemejó mucho al de su cuñada. Pero si de accesorios hay que hablar, Meghan eligió sus pulseras de oro, que son una de las preferidas de duquesa.
Por supuesto, Meghan también dejó relucir su cabellera suelta con volumen, brillo y con unas ondas suaves, que se hizo de medias a puntas. Analizando los maquillajes de ambas, optaron por lucir con un make up natural, ideales para los eventos de día, dejando relucir sus facciones y miradas.