La sastrería que antes estaba sólo disponible para ocasiones más formales, ha conquistado las calles, los desfiles, y está en todos lados. La generación Z ha logrado reinterpretarla, y combinan pantalones sastreos con tops de algodón. Eso sí, debe llevarse holgada, liberando completamente a la silueta. Lo mejor de esta tendencia es que la sastrería suele ser sostenible. Es que muchas veces hablamos de piezas que se hacen a medida, con telas de buena calidad. Esto nos lleva a invertir una sola vez y es probable que nos dure para siempre.
Blazer oversize
Este es el claro ejemplo de cómo el blazer pasó a ser un ítem informal. Lo lleva con medias y zapatillas, debajo de una musculosa y pollera, y es tan grande que podría usarlo de vestido. Lo mejor de esta tendencia es podemos sacarles a nuestros padres o abuelos los que ya no usan. Las ferias de segunda mano también son una gran opción.
Total white
El blanco total que antes era casi exclusivamente de playa, se adapta a la ciudad. Y en la foto vemos una gran manera de usarlo con un traje sastrero de blazer y pantalón. El toque lo da el top, que lo hace mucho más canchero.
El chaleco perfecto
Los chalecos son la pieza ideal para los días más cálidos del año. Sobre todo si son de lino coo el de la foto. Se llevan con todo, jean pantalones, faldas, es un ítem que combina muy bien.
Con jeans
Las piezas sastre también son ideales para combinar. Y sino miren cómo el blazer eleva este atuendo clásico de remera blanca y jean. Bien vestida y cool. El toque final lo da la cartera Gucci.
Con un toque glam
La piel falsa estuvo muy presente este invierno, y este atuendo es ideal para la transición con la primavera que siempre genera cambios bruscos de temperatura. Por eso, una pieza glam como este buzo de piel falsa puede ser ideal para estar abrigadas durante el día. Lo combina con pantalón sastre blanco, que son tendencia y zapatilas.
Con un top
Para hacer que el pantalón sastre quede informal lo podemos combinar con todo. Desde una básica blanco o un top negro como en la foto. Una forma de estar bien vestida pero simple a la vez.