Las Casas Reales, europeas y no europeas, estuvieron representadas en la ceremonia de Coronación de Carlos III.
Lucieron sus mejores atuendos cumpliendo con el dress code establecido por el propio Rey, quien quería una ceremonia sobria, pero ajustada a las normas protocolarias habituales y con la importancia que este evento merece.
Máxima de Países Bajos
La royal argentina optó por un total white look en un diseño su diseñador favorito, Jan Taminiau.
Con escote cerrado y bordados calados, el vestido de largo midi llevó un lazo a modo de cinturón. La Reina de Holanda completó el look con zapatos y sobre en tonos nude. Y también llevó guantes al tono.
El estilo nupcial es la tendencia que más se está viendo en las alfombras rojas en los últimos años. Este look de Máxima bien podría encuadrarse en esta moda, su vestido podría ser perfecto para una novia de día o un casamiento por civil.
La reina Letizia
En cuanto a la reina Letizia, eligió un diseño de Carolina Herrera, una de sus diseñadoras favoritas, en color rosa y muy estilo años 40.
Eligió un diseño conjunto en rosa Dior de dos prendas, una chaqueta y una falda de largo midi confeccionadas en tejido granulado.
La parte superior llevaba peplum, hombros marcados con un ligero fruncido, manga larga, bordados en 3D y botonadura central forrada. La falda de talle alto, estructura rectilínea y en el bajo de largo midi con algo de vuelo.
Completó el look con guantes de gamuza en color beige, stilettos en rosa y también de Carolina Herrera y una pamela de la firma Balel Madrid hecha con rafia en tono natural, ovalada y con tejido de rejilla en rosa.
Llevó un clutch cuadrado en color oro. En cuanto a los aros, usó los chatones, inspirados en la novela de Alejandro Dumas y en el argumento de Los Tres Mosquetos, su primera dueña fue la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg.
Rania de Jordania
Rania de Jordania optó por un amarillo pastel para su estilismo, compuesto de un vestido con escote barco a modo de lazo, bajo el que asomaba una manga larga y un cuello redondo subido semitransparentes. Un vestido ceñido de corte midi y con abertura trasera que ha combinado con un sombrero a juego con redecilla.
Lo combinó con un bolso de mano de Bottega Veneta y zapatos haciendo juego, ambos en color crudo y en contraste con el tono del vestido. Coincidió en el tono con la nieta de Jill Biden, Finegan, que también ha optado por un amarillo pálido para esta gran cita histórica.
Charlène de Mónaco
Por otro lado, Charlène llevó un conjunto sastrero de dos piezas compuesto por blazer y falda. De corte clásico, con largo midi en un falda cruzada con botones en forma de flor. Los mismos botones que lleva en el frente del blazer, que incluye una pequeña capa que cae hacia un lado desde un hombro.
La princesa de Mónaco eligió un look monocromático, en crudo, incluidos los zapatos y el tocado. Sus zapatos, firmados por Valentino, son color beige con detalles de tachuelasen la parte trasera. La princesa rompió el monocromo con su clutch, en dorado.
Matilde de Bélgica
La reina Matilde de Bélgica eligió el rosa, al igual que Letizia, pero en un tono más claro. Llevó un vestido capa de corte midi que combinó con un sombrero haciendo contraste en blanco, del británico Philip Treacy.
Sumó stilettos forrados de raso color rosa, guantes y bolso de mano hacinendo juego. Entre las joyas, la royal eligió un collar de perlas de siete vueltas, con aros con diamantes y un espectacular broche de diamantes en forma de mariposa.
Qué es el lujo silencioso
Los looks de las royals, austeros y elegantes, sin opulencias ni grandes señalamientos, pueden relacionarse con lo que se conoce como "lujo silencioso", una tendencia en moda que nace como respuesta a la logomanía, caracterizada por ser recargada, obvia y exhibicionista.
El concepto lujo silencioso empezó a ser un termino que empezó a nombrarse mucho en el último tiempo. Completamente diferente al barbiecore o al Y2K que es furor, el lujo silencioso apuesta por los clásicos y por la excelencia en la calidad.
Tal y como lo indica su nombre, es un lujo que no usa símbolos ni logos y que trata de pasar desapercibido. Está basado en la calidad y escasez de los materiales empleados y en la artesanía de su confección. Algo que, además, podría ser garante de un producto más longevo e incluso más sostenible.
Este nuevo exclusivismo se popularizó con la serie sobre el poder y el dinero más influyente de los últimos tiempos, Succession, repleta de estilismos top sin una marca identificable. Las pasarelas de 2023 también se han decantado por colecciones y marcas sin logos.
