La princesa Charlene ha vuelto a causar impacto con su look en las celebraciones del Día Nacional de Mónaco, festividades que se han llevado a cabo este sábado y donde acudieron todos los Grimaldi, vistiendo un outlook bicolor en blanco y negro.
Este año fue muy importante porque la princesa ha podido volver a formar parte, ya que para estas fechas hace 365 días Charlene aún permanecía alejada de la vida pública tras haber pasado más de 6 meses en Sudáfrica afectada por una infección que le impedía volar. Luego, a su regreso, pasó varios meses internada en una clínica de Suiza de salud mental.
Este año, ya totalmente recuperada, la princesa participó del Te Deum brindado en la catedral de Notre Dame junto a su marido, el príncipe Alberto, sus cuñadas Carolina y Estefanía, y el resto de la familia Grimaldi. Y mientras que las hermanas de Alberto llevaron outfits de colores, rosa y rojo respectivamente, la princesa Charlene optó por un elegantísimo look en blanco y negro, combinación que siempre es un acierto.
Charlene llevó un abrigo largo en color blanco combinado con un sombrero tipo pamela negra, guantes de cuero y broche joya. Con este estilismo la princesa se convirtió en la mejor vestida en el acto oficiado por el arzobispo Dominique Marie David.
El plan secreto de la princesa Charlène para robarle protagonismo a Carolina de Mónaco
La esposa del príncipe Alberto, Charlene, quiere dejar atrás todo lo que sufrió durante el año pasado y retomar con todas las actividades de su agenda. Lo cierto es que ahora, está limpiando su imagen y todo indica que tiene un plan para dejar de lado y sobrepasar a Carolina de Mónaco.
Durante el último año Charlène ha soportado rumores en la prensa rosa a la altura de las historias más descabelladas que se han escrito sobre Carolina de Mónaco. Pero esto, que podría haber unido a ambas mujeres, no parece haberlas hermanado, al menos, públicamente. Hasta la semana pasada no se las vio juntas en un mismo evento. Hacía dos años que no coincidían en una foto.
Entre los rumores que se extendieron como la pólvora durante la ausencia de Charlène de Mónaco el favorito de cierto sector del mundo gossip era el "golpe de estado blando" que Carolina de Mónaco había dado en palacio.
Durante casi toda la pandemia la hermana mayor de Alberto de Mónaco había sido, sin duda, la primera dama del principado.
En abril de este año Charlène volvió a la vida pública y dispuesta a recuperar ese puesto de primera dama y cada uno de sus pasos en ese sentido se ha sentido como un agravio a su cuñada. No acudió al Baile de la Rosa que organizó Carolina, y ni se molestó en dar una excusa al respecto: no lo pisa desde 2014.
Mientras la agenda de Charlène crece, la de Carolina ha ido decreciendo. Charlène ha acumulado nuevas obligaciones y títulos en fundaciones y ONGs, Carolina ha desaparecido casi del mapa. Y lo más importante, en cada aparición Charlène ha intentado mostrarse contraria a todo lo que hace Carolina de Mónaco.