Kate Middleton estuvo presente en la final femenina del torneo de Wimbledon y causó impacto con su impecable look. La duquesa de Cambridge asistió al evento deportivo, donde va todos los años, luciendo un espectacular vestido amarillo que ya había usado durante 2021 en Jamaica, en la gira que realizó junto al príncipe William, su esposo.
Para la final de Wimbledon de este año, la duquesa eligió lucir nuevamente el vestido Brigitte de la firma Roksanda. Se trata de un diseño amarillo de crepe y seda con drapeado frontal y maxilazo en el escote, que se ciñe en la cintura para desembocar en una falda acampanada, la cual aporta mucho movimiento a la prenda.
El vestido es un diseño personalizado especialmente creado para Kate, ya que el original no lleva mangas. Y si bien en amarillo está agotado, el diseño puede conseguirse en color rosa palo a un precio de 1.340 euros.
En cuanto a complementos, la duquesa llevó unos discretos pendientes colgantes de flor de diamante y citrino, cortesía de Kiki McDonough, y stilettos blancos de Gianvito Rossi, los mismos que Máxima de Países Bajos posee en más de una decena de colores distintos. Para proteger su vista, Kate usó anteojos de sol y una capelina de rafia.