Gabrielle “Coco” Chanel nació el 19 de agosto de 1883 en el Hospicio General de la ciudad francesa de Saumur. Su niñez no fue fácil, a los 11 años perdió a su mamá por una bronquitis y esto significó que fuera separada de sus dos hermanos varones, y junto a sus otras tres hermanas fueron internadas en un orfanato. A pesar de la tragedia, fue ahí que adquirió los conocimientos básicos de costura. Un destino que parecía estar escrito la esperaba.
1. De Gabrielle a Coco
Al cumplir 18 años la trasladaron a otro internado religioso en Moulins, ciudad en la que tuvo su primer trabajo como ayudante de sastre. Y como la diseñadora ya se destacaba por su estilo propio, en 1910 decidió abrir su primera tienda en Rue Cambon. Los sombreros de Chanel invadieron París, y con tan sólo 27 años se convirtió en un nombre reconocido, en una verdadera empresaria. Algo poco común en la época, ver a una mujer tener su propio negocio y de manera independiente.
2. Fusion femenino/masculino
Como visionaría que fue, sumado al cansancio de la incomodidad de la ropa femenina del siglo XIX, principios del siglo XX, Chanel apuntó a crear piezas cómodas y fáciles de llevar. Gracias a ella el corset y los vestidos abultados dejaron de usarse, por lo que también se considera que la francesa liberó a la mujer con la implementación de prendas como los pantalones, que antes eran de uso exclusivamente masculino.
3. El negro ya no es de luto
Al color al que hoy identificamos como clásico y elegante, era antes utilizado para el luto. Cansada de esta regla, en 1926 creó el Little Black Dress. Una prenda que hoy es infaltable en el guardarropa de toda mujer, pero que en ese entonces significó un acto de rebeldía. El vestidito negro que usó desde Audrey Hepburn a Sarah Jessica Parker, forma parte de la colección permanente del MoMA. Ese es el poder de esta prenda que es un verdadero icónico.
4. Chanel N°5
Coco Chanel no sólo hizo historia con sus diseños. También se la consideraba una gran empresaria, y ella es la creadora del perfume Chanel N°5, el más vendido hasta el día de hoy. La fragancia que era “lo único que vestía” Marilyn Monroe para dormir es mítico. La esencia floral entre rosas y jazmín, sumado al toque de vainilla Cream un aroma que ha conquistado a las mujeres de todas las generaciones. La diseñadora estuvo tan involucrada en el proceso de creación que hasta diseño la botella de cristal que lo lleva. Un envase rectangular de líneas simples que representa a la perfección el estilo de la maison francesa.
5. Entre el blanco, el negro y el matelassé
El juego bicolor se convirtió en su insignia, rompiendo con el estilo monocromático que se venía usando. El zapato bicolor al que Coco consideró “el último punto de elegancia” apareció por primera vez en 1957. La idea de este calzado es que el tono claro alargue la pierna, y la puntera negra achique el pie. Una manera de beneficiarse de los colores y un buen diseño que sigue vigente hasta en versiones más modernas como las ballerinas, que aparecieron de la mano de Karl Lagerfeld en los 80.
Por otro lado, su bolso 2.55 en matelassé negro es otra de sus grandes creaciones. La cartera perfecta que representa atemporalidad y sofisticación hasta el día de hoy. Tanto que hace meses sus fanáticas se mostraron indignadas ante el aumento de su precio. Indudablemente un bolso Chanel es una gran inversión.
