Michael Kors tuvo su turno en la Semana de la Moda de Nueva York para debutar una colección inspirada en los años dorados de Hollywood y, particularmente, el vestido de bodas de su abuela. "Siempre estuve absolutamente cautivado por cómo lucía mi abuela con su vestido", dijo Kors en una vista previa.
"Había una simplicidad en ella, tan chic. Es la cúspide de los años 30. Cuando mi mamá falleció durante el verano, estábamos revisando todo, y de repente vi esta bolsa para prendas, y la abrí y allí estaba". El diseñador neoyorquino está en su mejor momento, reelaborado clásicos estilos de la ciudad de Nueva York. Suéteres de cuello alto debajo de chaquetas ajustadas, o un buzo con capucha de lentejuelas, pero sin pantalones deconstruye el clásico look propuesto por anterioridad de Kors.
La atención al detalle del diseñador se reflejó en la estructura de las prendas. “Muchas de las chaquetas y abrigos de esta temporada son demostrativos. Tienen cinturas estrechas, hombros más fuertes y abrigos con personalidad. Esto definitivamente no es una campera acolchada de naylon negro”, describió el propio Kors.
La firma neoyorquina sale de la zona de confort del sportswear americano, para revivir épocas de gloria pasadas con las divas del siglo XX vistiendo sus diseños. La colección mostró una paleta de negro, blanco de pies a cabeza y tonos cálidos de capuchino y chocolate. Además de los colores que Kors llamaba “colores de maquillaje”, incluían rosas tintadas y rosas sofisticados.
El diseñador también retomó la tendencia que ya vimos en desfiles previos de jugar con las siluetas del Hollywood vintage: “Vimos los dos lados de la personalidad de las mujeres, vimos cosas que eran muy sensuales y vimos a Carole Lombard y Jean Harlow, y luego vimos a los grandes “marimachos” clásicos como Marlene Dietrich y Katharine Hepburn y el hilo conductor que todo eso seguí adelante”, dijo Kors.
La colección incluye una variedad de chaquetas de tweed, abrigos cruzados, faldas con aberturas y vestidos de lentejuelas. Había suéteres de cuello alto de cachemire, gafas gruesas y bolsos delgados. Con algunas excepciones, la mayoría de los diseños emplearon una paleta de colores neutros, con algo de gris y mucho negro.
Definitivamente, la moda evolucionó a pasos agigantados durante las últimas décadas, y así quiso reflejarlo Kors en su colección: con outfits que combinaban prendas clásicas como un sobretodo con un buzo que podría haber salido del gimnasio por debajo como principales apuestas de la pasarela.
La joyita del desfile, fue un look que Kors describió riendo como "ambos abuelos", que combinaba una chaqueta negra de doble botonadura alargada sobre un vestido de seda negro hasta la rodilla con una cola dividida que estaba modelada sobre el vestido de novia que creó en inspiración a su abuela.
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