La reina Máxima de Países Bajos y su hija mayor, Amalia de Orange, están causando alto impacto con sus looks en la visita oficial a las islas holandesas del Caribe. Madre e hija, que viajaron acompañadas del rey Guillermo, están mostrando sus mejores outfits en este viaje, siempre -claro- adaptándose al clima y a las actividades que realizan.
Por eso es que ambas han preferido en las últimas horas lucir vestidos al mejor estilo boho chic: largos y frescos, confeccionados en gasa, largos y con amplitud, estos looks son tendencia esta temporada y se llevan tanto con sandalias de taco alto como con calzado bajo y cómodo, inclusive zapatillas.
Una de las actividades que realizó la princesa Amalia este viernes y que captó la atención de todos los fotógrafos, fue la devolución de una tortuga marina a su ambiente natural, el mar. La joven de 19 años fue guiada por especialistas acerca de cómo sostener al animal y junto a una experta en fauna marina, llevó a la tortuga hasta la orilla del mar para liberarla en ese momento. Se trataba de un animal que había sido curado por proteccionistas tras ser encontrado herido.
En esa ocasión, Amalia llevó un vestido largo en tonos blanco y azul de Zara, con zapatillas blancas, una capelina al tono y una tote bag de rafia oversize, que también es tendencia. Para llevar la tortuga al mar, la princesa se descalzó y luego fue posible verla usando ojotas.
En tanto que la noche del 2 de febrero, día en el que sus padres celebraron su aniversario de casados, la princesa asistió a una gala celebrada en honor de la pareja real en la Catedral de Dornen. En esa ocasión Amalia llevó un vestido de gasa de la marca LaDress, de la diseñadora holandesa Simone Van Trojen. Se trató de otro diseño confeccionado en gasa en tonos azules, con volados y línea vaporosa, muy boho chic.
La princesa completó su outfit con una cartera de Jacquemus, sandalias modelo "Filipa" de la firma Schutz y sus accesorios preferidos: el reloj Apple, la cadena de oro y dijes de Mariana Lemos y el brazalete Hermes.
En cuanto a Máxima, la reina también apostó por el boho chic para su cena por el aniversario de bodas. La argentina llevó un vestido en tonos ocre para el evento, donde el número de invitados simbolizaba los 21 años de casada de la pareja real.
Para la cena que se llevó a cabo en la Catedral de Dornen, una obra de arte hecha a partir de millones de arbustos espinas de la vachellia tortuosa, una especie de árbol muy común en Curazao, la reina usó un vestido largo a los tobillos, de mangas cortas y sutiles transparencias en color ocre, de la colección 2017 de la firma Zimmermann. Completó su outfit con sandalias modelo "Portofino" de Gianvito Rossi en gamuza marrón y un clutch verde.