En 1914 Thomas Burberry diseñó por encargo una prenda que sea resistente, impermeable y que otorgue libertad de movimiento para que los soldados pudieran usarla en el campo de batalla durante la I Guerra Mundial. Así fue como nació el trench, cuyo nombre remite a la trinchera, un tipo de abrigo largo, o gabardina, resistente al agua.
De aquel modelo, esta prenda se convirtió en un símbolo de estatus, en una muestra de poder y valor y por ello la marca Burberry comenzó entonces a venderlas entre el gran público londinense, una ciudad suscrita a la lluvia.
Con el correr de los años, Hollywood ayudó a que el trench entrara en los guardarropas más elegantes. Utilizado en algunas de las escenas más icónicas del cine –Humphrey Bogart en Casablanca, Audrey Hepburn en Desayuno en Tiffany's, Marlene Dietrich en A Foreign Affair, Meryl Streep en Kramer vs. Kramer– el trench se convirtió en sinónimo de hombres intrépidos y mujeres inteligentes.
Versátil como pocas, el trench puede ser usado no solo para resguardarse de la lluvia sino también como un abrigo que logra elevar tus looks, ya sean para el día o para la noche.
Hoy, el trench convertido en un imprescindible, cada temporada es reversionado por todos los diseñadores del mundo y sigue siendo la estrella de la firma que lo originó, Burberry.
Disponible en varios modelos, combinaciones de color, largos, y con o sin muchos de sus detalles originales, el trench es sinónimo de elegancia y alcanza todo su esplendor logrando looks súper cancheros.
Su diseño minimalista y su color camel son la clave para elevar cualquier look, incluido uno compuesto por jeans, una remera blanca y unas zapatillas.
En conclusión, el trench se convirtió en un básico tanto para mujeres como para varones que perdura a traves de los años gracias a que tiene su propio encanto y logra outfits con mucho estilo y personalidad.