En el año 2001, Benito Fernández fue contactado por primera vez por la familia de Máxima Zorreguieta, hoy la reina de Holanda. En esa ocasión Mariana Andrés, cuñada de la futura esposa de Guillermo de Holanda, lo buscó para que le diseñara el traje que vestiría en el casamiento real, el 2 de febrero de 2002. Benito suele recordar que él fue la segunda opción de Mariana y que él mismo la atendió por teléfono.
Fue entonces cuando Máxima en persona quiso que el diseñador le hiciera un equipo para su gira latinoamericana. "Me sonó el celular y pregunté, '¿quién es?'; me dijo: 'Soy Máxima Zorreguieta, ¿en qué piso estás?'… Casi me muero, en ese momento estaba en un 'atelier' y tocó el timbre. Uno se imagina que la reina va a llamar seis meses antes, alguien de protocolo, cinco secretarias, cuatro guardaespaldas y no", recordó Benito en más de una oportunidad.
En ese momento comenzó una relación laboral por demás fructífera para ambos. En esa primera ocasión, Benito le confeccionó seis vestidos que Máxima usó en una gira por América Latina. "Siempre me dejó ser libre, le hago el vestuario sin saber dónde o cuándo la usará", dijo Benito en una entrevista.
Benito Fernández, el elegido por la reina Máxima Zorreguieta
El icónico diseñador argentino vistió a la reina de Holanda en muchas oportunidades, y sus diseños fueron usados en giras internacionales, eventos y varias galas.
"Usó un vestido mío ya siendo reina, en su primera visita oficial a Canadá y Estados Unidos. En la única gala que se hizo, era un vestido fucsia de flecos de seda, que fue rarísimo porque se lo había mandado 15 días antes en avión, sin pensar que lo iba a usar, se ve que ya tenía adjudicado para esa gira un traje y, sin embargo, se lo puso a los tres días que le llegó", comentó Benito a Para Ti.