Máxima y la princesa Amalia volvieron a sorprender con su look en un evento al cual asistieron este jueves. Madre e hija asistieron al acto realizado en memoria de Marianna Vardinogiannis con estilismos sastreros de altísimo impacto.
En el caso de la reina de Países Bajos, Máxima optó por un mono elegantísimo de Elie Saab, de color nude, con mangas largas, pantalón tipo palazzo y cintura bien marcada con faja al tono.
Mientras que el cuello es camisero, el detalle de cut outs en las mangas globo le brinda a la monoprenda modernidad y distinción.
El lookazo de Amalia en un evento al que asistió con su mamá, la reina Máxima
En tanto que Amalia prefirió un traje sastrero de color rosado oscuro de Max Mara, de blazer cruzado y pantalón palazzo, muy estiloso.
La princesa completó su outfit con un clutch dorado de Jacquemus, una vincha dorada que ya usó en otra ocasión y aros al tono de la marca Lott.
Los looks de gala de Máxima Zorreguieta y Amalia para un evento protocolar
Este miércoles por la noche, se realizó una importante reunión del Consejo de Estado de Países Bajos en el Palacio North Ende. La jornada consistió en una cena que estuvo presidida por Máxima Zorreguieta, su esposo Guillermo y su hija Amalia, quienes se reunieron con otras autoridades y miembros del consejo.
Por supuesto, esta fue la ocasión para que madre e hija se lucieran con sus vestimentas demostrando todo su estilismo. Ambas vienen de haber participado del Día del Príncipe, al que también había acudido la princesa Alexia, por lo que decidieron apostar a más y sorprender a sus seguidores.
Fiel amante de la moda circular, Máxima volvió a reciclar uno de sus vestidos de gala favoritos: un diseño azul de Valentino. Esta pieza tiene ya un par de años ya que fue lucido por primera vez durante la boda de Charlene de Mónaco y Alberto II. Esto no fue lo único que decidió reutilizar ya que usó los mismos aros y collar a juego.
Estas son muy importantes ya que las joyas pertenecieron a la reina Juliana de Holanda: el collar fue creador por el joyero Burnier como regalo de cumpleaños para la princesa quien tenía 18 años. Mientras que los pendientes fueron un obsequio de la baronesa Armgard von Cramm en el día de la boda de Juliana, celebrada en 1937.
En cuanto al vestido se trata de un modelo con encaje y volantes hasta los pies que complementó con un chal a juego y un clutch plateado. En esta oportunidad, Máxima decidió no llevar el cinturón celeste que también era de la reina Juliana y que había combinado con este vestido particular.
Por su parte, Amalia sorprendió con un vestido de crepé satinado del diseñador australiano Alex Perry. Es un diseño en color azul marino con hombreras, parte delantera retorcida para acentuar las "curvas naturales" y un escote cuadrado. Este fue combinado con unas joyas con incrustaciones de piedras, clutch azul con brillos y zapatos a juego.
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