Hace tiempo que el trench dejó de ser un abrigo exclusivo de los días de lluvia: es ideal para la época de media estación, donde necesitamos algo de abrigo, pero no demasiado.
Y además, tiene un tipo de caída y una confección que lo hacen el complemento perfecto de cualquier outfit, tanto en uno elegante como en otro más casual, siempre dependiendo con qué prendas y accesorios lo combines.
Si estás pensando en invertir para sumar un clásico a tu guardarropas, esta es una de las mejores opciones.
Por qué deberías sumar un trench a tu placard
En otoño, el trench te permite jugar con las capas: podés sumarlo a un suéter liviano, a una camisa o incluso, ponerlo sobre un blazer.
Si bien hay muchas opciones, siempre es bueno partir de un color neutro: el beige y el negro son atemporales y se pueden usar en cualquier temporada. Aunque también podés tener en cuenta el verde militar o el azul marino.
Va de maravillas con cualquier jeans y zapatillas, para looks casuales que armás en cuestión de segundos. Aunque, si querés darle un toque más sofisticado, podés elegir jean oscuros y combinarlos con de taco alto.
Los trenchs vienen en modelos menos clásicos: hay cortos e, incluso, de cuero, para probar esta prenda en diferentes estilos.
Podés armar un total black look con un pantalón paper bag de cuero con el que lucirás increíble en una reunión after office.
Los looks en blanco se quedan todo el año y también combinan a la perfección con un trench y zapatillas de lona al tono, en beige.
El trench puede ir tanto suelto, abierto, como marcando la cintura: en la imagen vemos que este detalle le aportó sofisticación al look con jeans, remera básica y stilettos.
También quedan muy estilosos con joggers y zapatillas. La clave es buscar la armonía cromática, eligiendo prendas en melange, beige, tostado, blanco y negro.