La princesa Charlotte fue, en la jordana de ayer, uno de los focos de atención durante la final de Wimbledon que se disputó entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz.
Le pequeña de 8 años asistió al cierre del torneo junto a sus padres, el príncipe William y Kate Middleton, y a su hermano mayor, George.
Para la ocasión, dadas las altas temperaturas del verano, optó por un vestido estampado más que apropiado para su edad, pero con detalles que dan cuenta del estilo que va perfilando la royal - seguramente con el visto bueno de su mamá- y con la herencia a cuestas de una de las mujeres más icónicas de la realeza, Lady Diana.
En tonos azules y blanco, Charlotte llevó un diseño de la marca española Friki, con detalles como canesú nido de abeja, detalles bordados a mano en el escote y volados en las mangas, motivo por el que el modelo se conoce como "Alita". El género está estampado con flores en distintas tonalidades de azul, celeste y toques de verde sobre fondo blanco. Según publicaciones españolas, tiene un costo de 197 euros a la fecha.
Dentro de esta impronta campestre, Charlotte sumó a su look unas guillerminas de cuero color crema, el modelo Siena de la firma inglesa Papouelli Shoes, rematadas con una hebilla metálica y suela con un pequeño taco. También sumó el cardigan "Amelia" al tono de la marca inglesa Reiss.
Fresca, compenetrada en la competición, Charlotte no se privó de expresar sus emociones mirando el match. Un rasgo que comparte con su abuela, quien en tiempos en los que el protocolo no permitía esta clase de muestras, hacía caso omiso y se expresaba con naturalidad, una de sus características inolvidables y celebradas.
El beauy look de Charlotte es otro detalle a considerar: la princesa llevó un peinado semirrecogido con dos trenzas en la parte posterior de su cabeza, atadas con un lazo celeste.