En el día se su coronación como rey de Inglaterra, Carlos III lucirá su uniforme de gala de la Marina británica, el mismo que usó en el funeral de Isabel II. Con su traje, el monarca pretende señalar que su reinado estará adaptado al siglo XXI y que no dejará de poner elementos de su estilo personal pese a las reglas protocolarias, según Marina Fernández, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Escuela Internacional de Protocolo.
"Carlos le está hablando a su pueblo a través de estos cambios en la etiqueta. Lo que pretende es acercarse al pueblo y convertirse en una figura un poquito más cercana", explicó la politóloga a un medio español.
En su intento de modernizar el rito, el monarca reciclará algunas de las tradicionales prendas de la ceremonia de sus antecesores. Llevará una túnica de cuatro kilos bordada de seda dorada y el Manto Imperial, que fue confeccionado para el rey Jorge IV, y los guantes de su abuelo Jorge VI. Para este día, Carlos III tampoco pidió una nueva corona. Se le va a investir con la tradicional corona de San Eduardo, pero dejará la abadía de Westminster con la corona imperial, según describe la experta en protocolos.