Tacos que salían de botas, prendas que se rompían, modelos que se caían. Así fue el desfile de Avavav, la firma de Beate Karlsson con el que la creadora quiso representar a la frivolidad que vive cada día por formar parte de la industria de la moda. Sus modelos salieron ostentando prendas de lujo, pero todo se iba desvaneciendo a medida que iban avanzando por la pasarela. Estampados de dólares, botas de piel y logomanía.
"Esta colección y el desfile son una parodia de la moda, de cómo nos vestimos para mediar en el estatus a través de la riqueza. Veo esto como un período absurdo para nosotros en un momento en que el mundo enfrenta tantos desafíos. Animo a las personas a reírse con nosotros y sacar lo mejor de la terrible de la situación", escribió la diseñadora en la gacetilla de prensa.
La marca del futuro
Los diseños de la firma con sede en Florencia están dando mucho de qué hablar y esta no es la primera vez que lo hace. Es que su creadora está decidida a realizar ropa que vaya más allá del diseño, ella quiere enviar un mensaje y así lo hace en cada uno de sus desfiles.
Es que Karlsson creó desde glúteos falsos al estilo Kim Kardashian hasta botas con forma de patas de pollo. Todo siempre con el mismo objetivo, romper los esquemas y la falsedad, tan habituales en el mundo de la moda. Por eso, según muchos expertos, de esto se trata el futuro de la industria. De ropa que sea mucho más que eso.