A medida que van bajando las temperaturas, nos animamos más a sacar nuestro abrigos más calentitos.
Puede que tengas ese que amás usar cada temporada, alguno vintage (heredado o adquirido en alguna feria de usados). Siempre suele haber algún modelo dando vueltas en el placard.
Lo cierto es que esta prenda sale con vos, sea cual fuere tu outfit: cuando salís a comprar algo a las apuradas, te envolvés en él y ya es suficiente (y aunque tu look debajo no sea el mejor). De ahora en más, tu tapado "vive" colgado del perchero que tenés cerca de la salida de tu casa, así lo tenés a mano.
El tapado viene en muchas versiones: los de paño, los puffer y los de lana suelen ser los más abrigados. Están también los de cuero y los trench, que detienen un poco el viento, pero que requieren usar un poco más de abrigo por debajo. Algunos se adaptan a cualquier hora del día y otros son más propicios para la noche.
Antes de repasar los modelos que encontramos en los looks de calle más fashionistas, te damos una serie de consejos si es que todavía no tenés tu tapado y querés comprarte uno.
Qué tenés que saber antes de comprarte un tapado
Comprar un tapado puede ser una misión vertiginosa, ya que es toda una inversión. Por eso, te damos una serie de recomendaciones para que tengas en cuenta antes de tomar la decisión final.
Optá por una silueta clásica: es una prenda atemporal que nunca va a pasar de moda, además es la que mejor se acopla a diferentes tipos de outfit.
Si querés que tu tapado sea lo más versátil posible (y no tenés otro), lo mejor es elegirlo en un color neutro (negro, gris, beige o camel), o bien con un cuadrillé de tamaño pequeño, ya que te resultará más fácil de sumarle otros tonos y crear diferentes looks en armonía.
El largo es otro punto a tener en cuenta, para poder combinarlo con la mayor cantidad de outfits posible: un abrigo de largo midi puede funcionar tanto con un vestido, como con pantalones.
Los detalles como los botones, los cierres o los bolsillos pueden marcar la diferencia a la hora de elegir un tapado versátil. Es mejor elegir detalles sencillos y discretos que no limiten las opciones de combinación.
Finalmente, la tela es otra elección importante. Es mejor elegir una de calidad, que no se arrugue con facilidad y que se adapte a diferentes temperaturas.