El blanco de siempre juega en un contrapunto con el negro con hilos plateados y el turquesa texturado por canutillos tornasolados compite con el cobrizo metalizado que se asoma como uno de los favoritos del invierno que viene. Los complementos acompañan tímidamente y con presencia aparecen de manera grotesca.
Las celebraciones de fin de año son la mejor excusa para brillar desde la ropa, y son también una oportunidad para que el outfit nos represente y acapare todas las miradas. El look para festejar cuenta con opciones que van desde vestidos cortos y casi mínimos hasta la túnica confortable y el dos piezas de top y pantalón livianos.
La ausencia del colorado típico de la Navidad deja paso al color cobre, al celeste y al negro laminado como nuevas opciones al momento de abrir los regalos o levantar las copas. Las tradiciones están para romperse pero hasta ahí: el blanco inmaculado irrumpe luminoso en la Nochevieja para acompañar el brillo de los fuegos artificiales. Que nada detenga ese espíritu festivo.
Excesos que se la juegan
Cuando el exceso de moda es chic aparece esa cuota extra de audacia que explota como los fuegos artificiales a partir de la medianoche. El estilismo jugado no escatima en brillos ni volúmenes y se amalgama con la personalidad destacada.
La túnica de canutillos tiene un tornasol de brillos que parecen no tener fin que, lejos de pretender protagonismo, acompaña el viso de seda animal print al tono en una competencia donde los dos ganan.
El plato fuerte del look son los complementos tan generosos y exagerados como el ADN de su origen. El aro único y el collar que cae en cascadas tienen flores realizadas con botellas de plástico reutilizadas para darle una segunda y muy bella vida útil junto a descartes de bijouterie. El fantástico juego óptico enamora aún con las luces apagadas.
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Menos es más (chic)
Blanco puro para las más tradicionales que buscan refugiarse en la paleta para destacar las piernas. Dos texturas exquisitas caminan a la par en dos piezas con carácter.
El abrigo de gasa tiene forma redondeada en el ruedo y engloba y crece en volumen al caminar formando una suerte de paracaídas chic.
Debajo el minimalismo en su versión más pura da vida a un corset strapless largo que hace las veces de mini vestido para aquellas audaces cuyas piernas merecen un destaque prioritario. El toque de color rompe la monocromía en los sabots verde hoja cuya punta afilada abre camino en cada paso.
Minimalismo brillante
Podríamos decir que el estilo aesthetic pisa fuerte destacando la manera de vestir. ¿A qué se le llama aesthetic? a la tendencia que mezcla diversos estilos de décadas pasadas como los 70, 80, 90 y 2000 con detalles actuales que la destaca más chic.
También está lo que se conoce como lujo silencioso, ese minimalismo que, lejos de pasar desapercibido, aparece primero en la fila a la vista de todos. La personalidad juega otro papel fundamental y puede verse en la túnica larga con aberturas profundas que revela sex appeal.
Una pieza única de corte sencillo que brilla por delante tanto como por detrás adelantando una despedida ideal para el recuerdo. El dato de color a tener en cuenta es el tono cobrizo que adelanta uno de los tonos del próximo invierno.
Efecto balloon
Cuando Coco Chanel creó el LBD, little black dress, nunca pensó que esta pieza pasaría a la posteridad como el básico de todos los básicos o, como lo denominó la prensa de la época, el Ford del guardarropas femenino.
Mucho menos pensó que tendría su opuesto pero no su oponente en el LWD, el little white dress: el vestido blanco. Una apuesta que reaparece cuando sube la temperatura y reluce en las fiestas de año nuevo como la apuesta más requerida.
La nueva democracia de la moda lo recupera de los años 80 y reaparece en un strapless cuya falda balloon cortísima recuerda a las pasarelas del diseñador francés Christian Lacroix que impuso este recurso como su fetiche.
Una elegancia sencilla que requiere complementos de todo tipo. Las más exuberantes lo usarán como un lienzo para accesorios enormes y con carácter, mientras que las más recatadas optarán por brillos metálicos que pueden combinar dorado y plateado en un mismo aro.
Las mil y una noches
Grace Jones, Bianca Jagger y Liza Minelli hubieran delirado por este look en sus noches de locura y descontrol en Studio 54, la famosa discoteca neoyorquina que fue la cita obligada de la creme de la creme de finales de los años 70. A David Bowie le hubiera pasado lo mismo cuando desde el escenario destilaba ese glam andrógino que supo también modificar las tendencias de la moda de todos los tiempos.
Un top de corte sencillo y una babucha de gasa laminada con hilos metálicos solamente necesitan personalidad para vestirla en las fiestas de fin de año. Aquí las amantes del color negro tienen una opción diferente donde las formas fluidas permiten libertad de movimientos para bailar con una copa en la mano.
El peinado que acompaña los looks pensados para celebrar y brindar en estas fiestas lo realizó Lucas Barbolla, estilista y embajador de TRESemmé. Con productos de la colección de Styling, realizó un rodete minimalista en el que se destacan los detalles y el efecto gloss.
ESTILO PARA TI TRESEMMÉ DICIEMBRE24
MODELO @sofi_vivero para @lomanagement
FOTOS @chrisbeliera
VÍDEO @ramapalais
ESTILISMO @alegarcia360
MAQUILLAJE @mauriciocamilomaquillador
PEINADOS @lucas.estudioh con productos @tresemmearg