Fue a partir de la Segunda Guerra Mundial que el tapado comenzó a verse también como una nueva opción para el guardarropas femenino. Lo que era casi exclusivo de los soldados y las trincheras fue evolucionando hacia una tendencia que destacaba la silueta.
Durante los años 50 la forma fue redondeada, similar a las de los años 20 del diseñador de alta costura Erté, y encontró en Christian Dior, Yves Saint Laurent y Balenciaga a sus mejores exponentes.
En los años 60 y 70 alargó el ruedo y sirvió para llevarlo con minifaldas o mini shorts con botas hasta la rodilla como manifestación de paz y amor. En los 80 los hombros crecieron y dieron poder a las mujeres yuppies, aquellas ejecutivas que no dudaban en viajar en zapatillas y cambiarselas por stilettos antes de entrar a la oficina.
Sin dudas todo un nuevo símbolo de la liberación femenina. El camino fue largo al igual que la metamorfosis. Esta temporada la tendencia cuenta que el largo estilo robe con lazo y solapas es el protagonista absoluto.
Sin embargo siguen en carrera el minimalisma de los años 90: bastante masculino y recto de tweed o paño de color oscuro. Siempre presente el trench de cuero para sentirse una espía.
MODELO @angela.belkys para @lomanagement
FOTOS @fabianusetph
VÍDEO @mirulucena /@rrociobustos
ESTILISMO @alegarcia360
MAQUILLAJE Y PEINADOS @guilleparraa