Anne Hathaway es una de las actrices más populares y consagradas de Hollywood. Actualmente, con 39 años, vive un momento de plena felicidad tanto en lo laboral como en lo personal.
Pero no todo en su vida fue felicidad, cuando en el año 2013 ganó un Oscar por su papel en la adaptación cinematográfica del musical Los Miserables, la actriz vivió un momento muy difícil ya que este premio que trajo aparejada una reacción poco feliz por parte de cierto público y crítica, especialmente en Internet. La actriz recordó ahora cómo vivió los mensajes de "odio" recibidos una década atrás.
En el marco del discurso que dio en el evento de Mujeres en Hollywood celebrado este lunes por la revista Elle, la actriz abordó cómo enfrentó y vivió el "Hathahate", ese período particular de su carrera con reflexiones que demuestran que logró pasar la página y dejar atrás aquel angustiante momento.
"Hathahate", su peor pesadilla
Hace diez años, la actriz se convirtió en el blanco de un movimiento virtual bautizado como “Hathahate” (que unía las primeras letras de su apellido y la palabra hate, “odio” en inglés). También recibió la crítica de varios medios.
Ella era demasiado linda, demasiado perfecta y muy adorada. Como Sarah Nicole Prickett, escritora, le dijo al Times hace casi una década: “No es realmente a Anne Hathaway a quien 'odio'. Son todas las Anne Hathaway menores de la vida real que he conocido: niñas princesitas educadas en teatro que no tienen juego ni atractivo sexual y comen pasas de postre.
En otras palabras, Hathaway se convirtió en el centro de este tipo de agresiones en Internet expresado en el lenguaje del cinismo. En los casi 10 años desde que #hathahaters fue tendencia en las redes sociales, la actriz pareció haber superado ese fatal momento que le tocó transitar.
Anne Hathaway reflexionó sobre sus haters
Transcurrido el tiempo, la actriz elige ver aquel período como una "oportunidad" para aprender. "Hace diez años llegué a ver el lenguaje del odio desde una nueva perspectiva", dijo dice la actriz de El diablo viste de Prada sobre este hecho luego de superarlo y de recordar las inseguridades que afloraron.
"Era un lenguaje que había empleado para conmigo misma desde que tenía 7 años, y cuando tu dolor autoinfligido de repente se amplifica de alguna manera, digamos, a todo el volumen de Internet, es algo muy fuerte", compartió.
"Cuando tu dolor autoinfligido de repente se amplifica de alguna manera, digamos, a todo el volumen de Internet… Es una cosa”.
Más tarde agregó: “Cuando sucedió lo que sucedió, me di cuenta de que no tenía ningún deseo de tener nada que ver con esta línea de energía. En cualquier nivel. Ya no crearía arte desde este lugar. Ya no tendría espacio para él, viviría con miedo de él, ni hablaría su idioma por ningún motivo. A cualquiera. Incluyéndome a mí… El odio me parece lo opuesto a la vida; en un suelo tan duro, nada puede crecer adecuadamente, si es que lo hace”.
Dijo Hathaway que tantos insultos la dejaron impactada y avergonzada, y la llevaron a darse cuenta del clima tan tóxico que generaban las redes sociales. “No hay tiempo para discutir todas las causas del lenguaje del odio, y la imperiosa necesidad de acabar con él. Porque hay una diferencia entre la existencia y el comportamiento”.
“Hay una diferencia entre la existencia y el comportamiento”, agregó Hathaway. “Podés juzgar el comportamiento, podés perdonar ciertos comportamientos, o no, pero no tenés derecho a juzgar, ni especialmente a odiar a alguien por existir. Y si lo hacés, no estás en lo correcto”, valoró.
Por eso, dice que hay que reaprender el amor. El odio me parece lo opuesto a la vida; en un suelo duro donde nada puede crecer adecuadamente, si es que lo hace. Quiero decir: alegraos por las mujeres. Y punto. Sobre todo, alégrense por las mujeres que tienen éxito. No es tan difícil”.