Este martes murió Camila Perissé a sus 70 años. La actriz se encontraba internada en el Hospital Español en estado crítico a causa de una neumonía, según confirmó su esposo, Julio "Chino" Fernández.
Perissé, conocida por ser una destacada actriz y bailarina de los años '80, vivió una carrera artística repleta de éxitos y reconocimientos, incluyendo una icónica aparición en la portada de Playboy y su rol como vedette junto a Tato Bores. Sin embargo, tras alejarse de las cámaras y del glamour, su vida tomó un camino oscuro.
La actriz venía peleando contra un deteriorado cuadro de salud desde hace varios años. Pero en los últimos días, su marido había explicado que la ex actriz estaba en estado terminal. "El cuadro de Camila empeoró, le diagnosticaron una neumonía terminal y está con respiración artificial", había expresado.
Para complicar aún más la situación, el duro momento económico que vive la pareja les impidió continuar con la búsqueda de tratamientos alternativos para mejorar de salud de la actriz. "Ella cobra la jubilación mínima que son 110 mil pesos y hablamos de una figura del espectáculo que está viviendo sus últimas horas sola con su marido", declaró su abogado durante una entrevista.
El historial clínico de Camila Perissé
De acuerdo al testimonio de Fernández, los problemas de Perissé se iniciaron en el año 2018 producto de una mala praxis con una medicación. A raíz de esto, según relató su marido, la actriz llegó a perder la conciencia y la memoria por completo. Desde entonces, su estado experimentó altas y bajas. En sus últimos meses de vida, la actriz tenía dificultades para recordar su propio nombre y se encontraba postrada.
A mediados del año pasado, Camila había sido internada por fuertes dolores abdominales, los cuales aparecieron luego de haber tansitado una fuerte infección urinaria. Afortunadamente, a las dos semanas, su marido le afirmó a los medios que había superado la infección y que le habían dado el alta hospitalaria.
Camila había ganado la batalla contra sus problemas de salud, que le consumieron más de un año y medio de su vida. Su marido, había destacado la ayuda que le había otorgado la jefa de PAMI, quien le facilitó el acceso a pañales y una silla de ruedas.
La actriz, junto a su pareja, comenzó a indagar en tratamientos alternativos pero fue gracias a la ayuda de Facundo Manes y de la Fundación Favaloro que pudo comenzar su rehabilitación neurológica y física de manera gratuita, logrando una recuperación del 80% de sus funciones neurológicas en ese momento.
Sin embargo, poco tiempo después su salud volvió a desmejorar y la actriz tuvo que ser ingresada al Hospital Español, donde este martes lamentablemente murió.
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