A las cinco de la madrugada del domingo el llamado tan temido para un padre llegó. Alejandro Gravier relató de esa forma la incertidumbre que vivió junto a Valeria Mazza cuando se enteró del ataque del que fue víctima Tiziano Gravier, su hijo, a la salida de un boliche de Rosario.
El empresario habló este miércoles en la puerta del Hospital Austral minutos después de la finalización de la operación a la que se sometió el joven de veinte años por la fractura de mandíbula que sufrió.
“Con la madre estuvimos ahí acompañándolo. Lo importante en este momento es que salió bien. Muchos dicen que la recuperación va a durar entre 60 y 90 días, pero esperamos que no haya problemas”, explicó.
“Vale ahora está en el sanatorio. Por suerte todo salió bien y a medida de que lo vayamos viendo va a estar mejor. Ella estaba muy golpeada, dolorida y triste por la situación”, completó en diálogo con la prensa.