Isabel Pantoja fue absuelta del delito por el que se la juzgó hace un mes en la Audiencia Provincial de Málaga por el Juzgado de lo Penal número 5.
La cantante se enfrentaba a una pena de tres años de cárcel como supuesta “cooperadora necesaria” de insolvencia punible, un delito económico que se produce cuando una persona debe una cantidad de dinero mientras afirma que es insolvente económicamente, perjudicando así al acreedor.
El juicio se celebró el pasado 22 de marzo ante una gran expectación en la Ciudad de la Justicia de Málaga, donde Pantoja se presentó acompañada de su hermano Agustín, que declaró como testigo. Se mostró durante todo momento muy afectada, llegando a interrumpir su declaración por las lágrimas. “Yo de papeles no llevaba nada”, insistió una y otra vez la artista, que también repitió que los hechos por los que se la acusaba ocurrieron mientras ella se encontraba en la prisión de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). “Entonces no tenía la cabeza para nada”, subrayó, la cantante, que estuvo en la cárcel un año y medio entre 2014 y 2016 condenada por blanqueo de capitales en el caso Malaya.
El delito del que se la acusaba está relacionado con una deuda de Mi Gitana, la casa que Pantoja tenía en Marbella con otra empresa. El fiscal sostenía que se había puesto de acuerdo con el administrador de la compañía para eludir otros pagos pendientes y evitar el embargo de sus bienes, perjudicando a terceros. Tanto ella como el empresario, que declararon durante el juicio como acusados y aseguraron no haberse conocido previamente, negaron en todo momento los hechos. Pantoja explicó que firmó un poder a favor de su hermano con el objetivo de “pagar lo que se debiese”. “El gran problema no era la casa, sino que estaba avalada con todo mi patrimonio, con todos los bienes conseguidos trabajando toda mi vida”, subrayó entonces Pantoja, que fue absuelta por el juzgado después de que se analizara su testimonio y las pruebas recabadas, como ha adelantado Málaga hoy.
Pantoja fue juzgada y condenada por la Audiencia de Málaga por un delito de blanqueo de capitales durante el caso Malaya, procedimiento en el que también fueron condenados el ex alcalde marbellí Julián Muñoz, que había sido su pareja, y la ex mujer de este, Maite Zaldívar.