Este fin de semana Wanda Nara realizó un viaje relámpago a Milán junto a Zaira, su hermana, y fue mostrando el minuto a minuto del viaje. Pero esta tarde sorprendió al hacer un recorrido por el impactante departamento que tiene con Mauro Icardi en esa ciudad italiana. Se trata de una de las últimas adquisiciones de la familia que, si bien por lo menos estará en París hasta 2024 (cuando termina el contrato actual del jugador con el PSG), tiene un verdadero oasis en medio de la ciudad.
La propiedad la compraron a estrenar en 2019, momento en el que mostraron cómo avanzaba la construcción de la torre en la que está emplazada y concretaron la mudanza el año pasado. Sin dudas, los grandes atractivos que tiene son los metros cuadrados cubiertos y los amplios ventanales que aportan vistas panorámicas de una de las zonas más exclusivas de ese punto geográfico y al estadio Giuseppe Meazza.
“Una parte de mi quincho skyline. La vocación y la creatividad no puede aprenderse, deber ser desarrolladas”, había manifestado cuando recién se instaló al subir una foto en Instagram de una mesa con nada más ni nada menos que dieciséis sillas. Las miradas del lugar se la llevan una gran araña colgante con cristales.
Un recorrido de lujo
Por primera vez, la argentina compartió con sus más de ocho millones de seguidores un paseo por las instalaciones: “Home sweet home (hogar, dulce hogar)”, fue la frase elegida para retratar este momento. El recorrido comenzó por uno de los baños que está ubicado en la planta principal y tiene colores blancos y neutros.
Rápidamente Wanda dirigió el lente de la cámara a la imponente sala de estar: tiene dos mesas ratonas de madera oscura con tapa de mármol, unos largos sillones en los que podrían sentarse unas veinte personas, los famosos ventanales del piso al techo y un cortinado para cubrirse de la luz del sol o buscar mayor intimidad.
Desde allí se puede ver la terraza al aire libre construida sobre un deck de madera y con todo lo que se necesita para estar cómodos en una tarde de primavera o verano disfrutando del aire libre. Es que hay una parrilla, piscina climatizada, sillones para descansar y una mesa para diez personas.
La cocina es súper amplia, con muebles y piso en color blanco, una isla en el medio con mesada de mármol de Carrara, con mesa y sillas incorporadas. Una puerta de vidrio la separa del living comedor.
El vestidor, un capítulo aparte
Sin dudas es la parte que más ha mostrado, de hecho, el fin de semana subió varias historias. Lo remodeló el año pasado para dejarlo a su gusto y que cada una de las prendas y accesorios pueda encajar de forma perfecta. Es blanco, con luces led en los estantes y piso de madera. Al igual que pasa con el resto de los ambientes, el espacio es algo que sobra.
