No hay lugar más privado que el cuarto y el vestidor. En cierta manera, ese refugio privado nos habla de cómo somos. Y por primera vez, ahora que la casona que Juana Viale tiene en San Isidro, regalo de Mirtha Legrand, se puso en venta, sale a la luz este espacio tan personal.
El cuarto y el vestidor de Juana revelan tal como es su personalidad. Se respira libertad y eso se nota en la elección dispar de alfombras y mesas de luz. A ella le gusta algo y eso es suficiente para que esté en su dormitorio. Ése parece ser su mantra y es afín a su personalidad.
Ella que adora las alfombras kilim y las tiene por toda su casa, mixeó una en rojo estilo persa con otra más pop, con círculos en naranja y fucsia. No le importa si no combinaban. A Juana le gustó y sumó a las dos en su cuarto.
Lo mismo pasa con las mesas de luz. Juana ubicó dos, totalmente diferentes, con sus veladores también distintos, a ambos lados de la cama.
El color es otra clave tratándose de Juana. Ella adora los colores y eligió un verde manzana para pintar su cuarto. La cama tiene respaldo y piecera tejidos en esterilla y la madera está lavada para quedar al natural lo mismo que el postigón de la ventana.
De nuevo, una alfombra kilim en el vestidor de Juana. Acá se puede ver el estilo hippie chic y los aires bohemios de su dueña. Hay mucho color, estampa, túnicas y vestidos boho. Las zapatillas superan en número a los zapatos de taco alto.