Almuerzos al aire libre, caminatas en bosques nativos, baños en lagos y tardes navegando… esto serán algunos de los recuerdos que se lleva Valentina Barbier de cara a su regreso a Francia en donde seguirá estudiando para conseguir su ansiado título en Derecho y en Administración de Empresas en un prestigioso instituto. La joven de 19 años volvió al Viejo Continente junto a su mamá, Juliana Awada, después de una larga estadía en Villa La Angostura.
Es por eso que, con el objetivo de disfrutar al máximo cada uno de los instantes antes de embarcarse en la carrera, la ex Primera Dama la acompañó en el viaje para tener un tiempo a solas de madre e hija. Por este motivo, Antonia se quedó en el sur argentino con Mauricio Macri, su papá.
De acuerdo a lo que informó La Nación, antes de llegar a la ciudad de las luces hicieron una escala en Madrid en donde fueron captadas recorriendo la ciudad en medio de una de las últimas jornadas fías del invierno europeo en la capital de España.
El rincón favorito de Juliana Awada en su casa patagónica
Antes de andentrarse en el frío del Hemisferio Norte, la mujer de Mauricio Macri pasó todo el verano en Villa La Angostura en el marco de un entorno único en el que emplazaron la propiedad en la que se convirtió en su lugar en el mundo.
La casa está construida en cuatro módulos con techos a dos aguas, varias galerías, un invernadero y un muelle. Incluso cuenta con un sector especialmente diseñado para invitados.
Pero sin duda, Juliana ya eligió un rincón que es su preferido. A un costado de la casa, improvisó un living rústico con troncos donde recibe a sus invitados, desayuna al sol y le dedica tiempo a la lectura. El lugar no puede ser mejor: está rodeado de bosque y tiene al lago Nahuel Huapi como telón de fondo.