Tras el impactante anuncio por parte de Kate Middleton el pasado viernes de su diagnóstico de cáncer, los príncipes de Gales y sus tres hijos abandonaron su residencia habitual en Windsor, para trasladarse a uno de sus lugares favoritos en el Reino Unido: Norfolk. La pareja aprovechó el comienzo de las vacaciones escolares de Semana Santa de sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis y se refugiaron en Anmer Hall, la casa de campo que la Reina Isabel le regaló con motivo de su boda en 2011.
Anmer Hall, se encuentra ubicada al este de Inglaterra y pertenece a Sandringham, la residencia principal del rey Carlos III en Norfolk. A pesar de que se trata de una propiedad situada en el campo, Anmer Hall está perfectamente ubicada.
Cómo es Anmer Hall, la casa de campo de los príncipes de Gales
La propiedad se construyó en torno al siglo XIX más precisamente en el año 1802 y se destaca por su fachada de ladrillo rojo y su estilo georgiano. La casa tiene dos plantas, a las que se suma un ático.
A diferencia de Adelaide Cottage, la residencia habitual de los Príncipes y su familia, esta propiedad es bastante más grande y cuenta con un total de diez habitaciones. En el año 2015 fue sometida a una reforma integral por parte de los príncipes de Gales hasta ponerla completamente a su gusto. Estos trabajos duraron casi dos años y costaron más de un millón de euros que fueron pagados con fondos privados de la Familia Real británica.
Entre las reformas que se hicieron destacan los nuevos accesos para los coches, un jardín interior con techo de cristal, la remodeló la cancha de tenis, un nuevo tejado, cambios en la decoración y de la cocina, se levantó un invernadero y se reubicacó la pileta en otro lugar más apartado. Además se creó un completo proyecto de paisajismo que incluyó la plantación de árboles para dar mayor privacidad. También se reconvirtieron los almacenes de leña en vivienda para el personal de seguridad. En la finca también se crían abejas que producen miel.
El interiorista y arquitecto británico Ben Pentreath, especializado en decorar algunas de las mejores casas de campo de Gran Bretaña, fue el encargado de la decoración de este hogar y apostó por combinar lo antiguo con lo nuevo en una fusión de ambos estilos. Algunas de las estancias de la casa son tradicionales y clásicas como el salón, pero el comedor está pintado de verde y la cocina destaca por estar más acorde con el estilo georgiano de la vivienda y con un hogar en el que hay niños. Para el resto de la decoración también se contó con la diseñadora de interiores Anne Allen, que asesoró a Kate Middleton en la adquisición de antigüedades en Fakenham y Holt, muy cerca de Anmer Hall, una residencia con un estilo clásico contemporáneo y elegante donde salvo en ciertos cuartos destacan los tonos pastel, crema, blanco y beige.
Desde 2015 y hasta 2017, Anmer Hall fue la residencia principal de los príncipes de Gales. En aquel entonces Guillermo trabajaba como piloto en el East Anglian Air Ambulance, situado en Norfolk, y contaban con varios amigos, muchos de ellos habían coincidido con él en el internado de Eton, como vecinos. Cuando el Príncipe dejó su trabajo en el servicio aéreo de emergencias y se centró en sus deberes institucionales, la pareja siguió manteniendo Anmer Hall como su casa de campo privada donde disfruta de los lugar de fines de semana y vacaciones.
Una propiedad embrujada
La casa es una de las residencias preferidas de los príncipes de Gales pero, lo cierto, es que también tiene una historia oscura detrás. Tal como cuenta una leyenda, el espíritu del sacerdote católico, Henry Walpole, fallecido cerca del año 1600 acecha la mansión.
La historia relata que este sacerdote, que vivió allí fue ahorcado, arrastrado y descuartizado por alta traición, pero su espíritu permanece en la zona. Al menos así lo ha apuntado Richard Felix, un especialista que ha centrado su labor en lo paranormal. Tal como relata el experto, aunque el sacerdote fue ejecutado en la zona de York, se cuenta que algunas personas han escuchado su voz y han visto su fantasma vagando por Anmer Hall.
Al príncipe Guillermo y a Kate Middleton se les advirtió de esta cuestión, pero nunca lo tuvieron mucho en cuenta. Es más, la casa de Norfolk es una de las propiedades en las que más tiempo pasan a lo largo del año, la familia pasó allí el periodo de confinamiento durante la pandemia de covid y es ahora donde Kate se va a refugiar tras contar que padece cáncer.
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