Lizy Tagliani es una de las figuras más queridas del medio que ha logrado una gran notoriedad en el último tiempo, en principio, gracias a su impronta fresca que conquistó al público. A fuerza de mucho trabajo, la artista consiguió convertir a una casa de un barrio cerrado de la zona sur de Buenos Aires en un espacio que tiene su impronta.
Es que se puede comenzar enumerando las características clásicas de los ambientes, pero la realidad es que los ojos se van directamente a algunos objetos muy especiales ni bien se entra a la propiedad: los peluches y muñecos toman la escena en los sillones del living y una amplia cantidad de autitos de juguete de colección tienen un espacio especial en unos cubos que cuelgan en las paredes y en distintos muebles.
“Me encantan los peluches que me regalan los fans y tengo la particularidad de que me gustan los autitos de colección. Yo como luche tanto por ser una “trava” la gente debe pensar que ‘ahora viene y compra autitos de colección’ así que para disimular me compro una muñeca para no quedar tan tipo”, dijo entre risas en un tour que realizó por su hogar para un programa de televisión.
La replica de un colectivo de la linea 318 que se tomaba en Adrogué y uno de la 160 que iba desde zona sur a Ciudad Universitaria son algunas de las piezas con las que se remonta a su infancia. Además, hay varios portarretratos con fotos familiares y una repisa para los premios que consiguió por su labor humorística en TV y en el teatro.
La casa, blanca y moderna
El living comedor y la cocina tienen un factor común: el blanco. La gran vedette es la mesa con tapa de mármol y las sillas de estilo victoriano. Se destaca un detalle arquitectónico que brinda luminosidad debido a que en el comedor hay varias ventanas con forma de tira y vidrio fijo que dan al jardín.
En los espacios exteriores, una pileta y reposeras invitan a pasar una agradable tarde de verano. Es el lugar favorito de las mascotas de la conductora de “Trato Hecho”: ella les da todo y se sabe que tiene un gran amor por sus perros.