Guillermo Vilas (68) conoció a la tailandesa Phiangphathu Khumueang (38) hace 21 años. Y contra todos los pronósticos, hoy conforman una de las parejas más sólidas del ambiente, luego de formalizar pasando por el registro civil en 2005 y tener cuatro hijos: Andanin, nacida en 2003 en París; Lalindao, en enero de 2010, en Miami; Intila, en diciembre de 2010, en Buenos Aires; y Guillermo, que nació en Mónaco en abril de 2017.
Suin duda alguna, la familia es el sostén más importante del excampeón de tenis, que padece un deterioro cognitivo avanzado del cual poco más se sabe. Radicados en Montecarlo, donde Vilas tiene residencia desde hace años, es desde allí donde tanto Phiang -como se conoce a la esposa del extenista-, como él mismo comparten fotos de la vida familiar y del crecimiento de los chicos.
En dialogo con La Nación, el extenista José Luis "Batata" Clerc se refirió hace un tiempo a la salud de Guillermo y se mostró muy apenado por la situación de salud que está atravesando.
"Me da mucha tristeza, mucha amargura. Lloro, no delante de Guillermo, pero lloro, porque veo a los hijos y me da bronca. Siempre le dije a Guillermo: 'Vos vas a ser muy buen padre', porque le encantaban los chicos, jugaba mucho con los míos y también con los de otros. Y no me equivoqué, es un gran padre", se emocionó Clerc.
Todos los chicos son deportistas, como no podía ser de otra manera siendo hijos del campeón, que fue el tenista argentino que más logros internacionales consiguió, junto a Gabriela Sabatini.
Vilas y su esposa se conocieron en Tailandia, mientras él paseaba por Mahboonkrong Center, el centro comercial más importante de Bangkok.
Casualmente por allí paseaba Phiang, con un vestido blanco entre tantas chicas de jeans, y llamó su atención. Él se enamoró al instante.
Posteriormente en una entrevista comentó: "Cuando nos conocimos, ella no sabía quién era. Creía que era leñador y que tenía muchas vacas. Hasta que me vio los zapatos y ahí se dio cuenta de que no era leñador".
Se casaron el 16 de mayo de 2005 en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, en el barrio de Belgrano, después de pasar por el registro civil y por la embajada tailandesa en Buenos Aires.
Phiang suele compartir en su cuenta de Instagram momentos de Vilas con sus hijos, en especial cuando juega con ellos al tenis. Andanin es una de las debilidades de Vilas: juega al tenis, compitió en la categoría Sub 14 y hasta debutó en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, en julio de 2014.
Aquel 2000, Vilas viajó a Tailandia a buscar un poco de paz. Y la vida quiso que se cruzara con Phiang, cuyo nombre significa "La Bella Mar". Hoy ella, sin duda, es su paz en medio de ese torbellino mental que de a poquito se va llevando al tenista verborrágico que una vez supo ser.