La Voz Argentina tendrá esta noche su gran y esperada final, en donde un participante se llevará la suma de 500 mil pesos. A lo largo de cada una de las entregas del reality de Telefe fue posible disfrutar de diferentes géneros musicales de la mano de artistas amateurs, que llegaron con el sueño de dedicarse a la música profesionalmente.
Sin dudas, una de las partes más interesantes del programa fue el juego que propusieron Soledad Pastorutti, Lali Espósito, Ricardo Montaner y la dupla compuesta por Mau y Ricky: cada uno apeló a sus recursos más convincentes para quedarse con los participantes y, en ocasiones, se generaron verdaderas "batallas" que los espectadores disfrutaron (y mucho).
La cantante oriunda de Arequito se caracterizó por hacer detalladas devoluciones técnicas y luego suele describir qué le sucede a ella con las performances. En más de una ocasión se emocionó, en otras recordó sus comienzos, relatando cómo empezó en el mundo de la música.
Lali sin dudas fue la más explosiva: es esa de las que se ponía de pie de un salto, se tiraba al piso, ponía las manos en posición de rezo y supo expresar con el cuerpo entero lo que le sucede cuando un artista logra conmoverla. Todo un show. También la hemos visto emocionarse, tanto como reír a carcajadas. Su chaqueta denim del #TeamLali fue la "frutilla del postre" que la cantante usó para convencer a los cantantes.
En cuanto a Ricardo Montaner, tuvo una actitud que le calza muy bien: la experiencia, sus años de trayectoria como uno de los intérpretes latinos más destacados y desde ahí planteó sus devoluciones. Nunca le faltó la cuota de humor, ni tampoco la emoción que, en ocasiones, ha expresado con lágrimas en los ojos. Hasta permitió conocer la verdadera letra de "Bésame", que tenía una tonalidad mucho más hot de la que se conoce popularmente y que nunca pudo cantar en público debido que a cuando quiso grabar el disco fue "censurado".
Los hermanos Montaner también apelaron a una táctica rigurosa para captar a los artistas y que los elijan para ser parte de su team: fueron de esos chicos compradores que destacaron sus cualidades vocales mientras les presentaron un abanico de posibilidades de cómo ellos podrían potenciar todas esas condiciones que perciben en los artistas.
Pero, el verdadero juego del ciclo de Telefe, se pudo ver cuando se tuvieron que enfrentar: mientras hablabann Mau y Ricky, su padre los miraba de reojo y, como tal, sus argumentos se centran en la experiencia que lo precede. Más de una vez se refirió a ellos como "estos dos", lo que ocasionó la risa de todos los integrantes del jurado. Los chicos no se quedaron atrás, dando a entender que ellos son "lo nuevo" y que están a tono con los ritmos actuales, representando lo que está por venir.
En más de una ocasión, las chicas se aliaron: Sole y Lali han complotado más de una vez en contra de los Montaner, dando lugar a graciosos intercambios y chicanas.
Mientras el jurado hace todo este show, algunos participantes los miran con nervios, otros con emoción, aunque a veces con desconcierto: seguramente tener en frente semejantes artistas y que estén "peleando" por sumarlos a sus equipos, debe ser -como mínimo- movilizante. Algunos de ellos, los más extrovertidos, se han animado a cantar, bailar o desfilar junto a ellos, demostrando así también su personalidad.
Lo cierto es que la "guerra" que plantean los artistas de La Voz es, sin dudas, uno de los condimentos más atractivos del show que esta noche se despide de la televisión argentina.