Antonia Audoglio es la hija mayor de Soledad Pastorutti, La Sole para todos, que está casada desde hace 15 años con Jeremías Audoglio. Este viernes, en el cumple numero 12 de Antonia, su mamá la saludó publicamente con un posteo en su cuenta de Instagram. "Lo mejor que me pasó en la vida… te amo con el alma hija y deseo que siempre seas feliz", escribió la jurado de La Voz Argentina en un posteo que incluyó una foto donde se ve a madre e hija posando juntas.
Si bien publica fotos de sus hijas -también es mamá de Regina, de 8 años- La Sole contó públicamente que sus pequeñas no tienen redes sociales y que estudian en una escuela pública de Arequito, el pueblo de Santa Fé de donde es oriunda toda la familia.
Y, por mas que le cueste, tuvo que poner un freno con este pedido: "Le digo que por ahora no, porque hay que estar seguro de querer que todo el mundo te conozca y poder disfrutarlo realmente".
La actividad familiar que comparte con Regina y Antonia
Luego de revelar que las pequeñas de 8 y 12 años “estudian piano, canto y danza. Incentivo mucho el arte en ellas, toda persona debería hacer algo artístico", contó que inauguró un espacio muy especial en su casa.
"Tengo un estudio acá en casa que en pandemia cuando se abrieron algunas actividades armamos un espacio de arte, al que mis hijas van con gente de todas las edades. Hay diferentes turnos, se armó algo muy lindo", detalló.
Sin embargo, hizo una aclaración sobre el futuro de las menores: "Lo que sí les digo es que no significa que tengan que vivir del arte y que sea fácil vivir del arte. Ellas ya me conocieron así ya con una carrera, pero siempre les digo que no es tan fácil".
En cuanto a la maternidad, Pastorutti declaró que la cambió profundamente. "Como mujer, fue un antes y un después. Dejás de lado el egoísmo. Entendés que el verdadero sentido de la vida está en un hijo", contó.
Y agregó: "Si bien sigo soñando con tener mayores logros musicales, mi vocación se revalorizó a partir de mis nenas. Es un error pensar que uno debe dejar todo y centrarse en sus hijos. Si se sabe compensar la función de madre, los hijos nos dan más energías para hacer las cosas".