En 1983 se estrenaba Flashdance, una de las películas más recordadas de aquella época, aún hoy, por varios motivos. Los temas de su banda sonora con hits que aún hoy se siguen reversionando, comenzando por la icónica What a feeling de la inolvidable Irene Cara.
Además, el filme tenía una atractiva historia de superación, con una figura femenina que se le plantaba al machismo: una joven operaria en una fábrica que usaba las herramientas de trabajo a la par de sus compañeros varones, pero que de noche bailaba en un club nocturno para ganarse la vida. Su objetivo era quedar elegida en la prestigiosa Escuela de Arte de la ciudad de Pittsburgh, para lo cual dio una audición que hoy es una de las escenas más clásicas del cine.
A 40 años de su estreno, su protagonista Jennifer Beals sigue saltando de proyecto en proyecto, sin aún haber superado aquel gran éxito -hoy considerado un clásico- que la convirtió en una referente de la generación de aquella época.
Actualmente tiene 60 años, está casada, tiene una hija y practica la filosofía budista. Dicen que adora armar rompecabezas en su tiempo libre. Sigue actuando, eligiendo cuidadosamente sus proyectos, y asegura no estar dispuesta a volver a alejarse de la actuación nunca más. Algo que hizo a las 19 años y que, quizás, le costó demasiado.
De terminar la secundaria a ser la chica del momento
A los 19 años, habiendo terminado apenas la secundaria, Jennifer Beals ya contaba con un futuro prometedor en Hollywood pero tomó una inesperada decisión: dejó su carrera actoral y se puso a estudiar literatura americana en la Universidad de Yale. De hecho, cuando filmó Flashdance ya la había aceptado en la prestigiosa casa de estudios.
En parte, la decisión se debió a la controversia que se generó cuando se supo que la actriz había sido doblada por bailarines profesionales en algunas escenas de Flashdance.
"No había una persona para los dobles, había cuatro. Si yo no podía hacer algo, entonces entraba alguien más para hacerlo. Y si esa persona no podía, entonces venía otro gimnasta", detalló la protagonista y agregó: "Hubo hasta un chico de 16 años que hizo los saltos, giros y piruetas más complicadas. Hasta se tuvo que afeitar hasta las piernas", dijo en su momento.
Beals nació en Chicago, es hija de un padre afroamericano y una madre blanca. Debutó en cine en 1980, actuaba en teatros y era modelo. Saltó a la fama con Flashdance, obteniendo su papel en un casting por sobre Demi Moore, logrando ponerse en la piel de Alex Owens. Si bien no tenía una gran destreza en danza, Jennifer ensayó mucho obtener el protagónico.
Cómo seguir después de Flashdance
La película obtuvo el reconocimiento de la crítica y del público, ganó un Oscar a mejor música original, dos Globo de Oro (uno a mejor música para cine y el otro a la mejor canción original), un BAFTA a mejor montaje, y un Grammy a mejor álbum original para película o televisión.
Tras recibirse, Jennifer volvió a los sets de filmación. Apareció en múltiples producciones televisivas y cinematográficas, pero jamás repitió el éxito de Flashdance.
Participó en películas de escaso renombre como La prometida, La partita y Vampire's kiss. También en El demonio vestido de azul, junto a Denzel Washington coprotagonizó. Fue dirigida por su íntimo amigo Quentin Tarantino en dos segmentos del film Cuatro habitaciones.
A mediados de los ‘90 fue diagnosticada con Epstein-Barr, un virus de la familia de los herpesvirus que provoca fiebre, fatiga extrema, dolor de garganta y ganglios inflamados. Por un tiempo se volvió a retirar para encontrar en la medicina alternativa una manera de mantenerse equilibrada y saludable. Hasta el día de hoy practica Yoga, natación, pilates y pasea a sus perros a diario.
Su protagónico en la serie de 2004 The L Word le trajo nuevamente reconocimiento mundial. El show relataba la vida de un grupo de mujeres lesbianas. Ella era la galerista Bette Porter, asumiendo un rol de peso y con compromiso social.
De ahí en más se convirtió en activista defendiendo los derechos de las mujeres y de la comunidad trans, motivo por el que forma parte de diferentes causas benéficas. Supo trabajar en la campaña presidencial de Barack Obama, en 2008.
En cuanto a su vida personal, la actriz estuvo casada durante 10 años con el director Alexandre Rockwell, que la dirigió en cuatro de sus películas, pero el matrimonio terminó en 1996.
Tiempo después conoció a Ken Dixon, un empresario canadiense con quien contrajo matrimonio dos años más tarde y con quien tuvo a su única hija, Ella. A partir de ese momento, tuvo que reorganizar su vida familiar y paso a vivir medio tiempo en Vancouver y medio tiempo en Los Angeles.
Algo muy particular ocurrió con la serie The L Word: su arte fotográfico fue plasmado en L Word Book, un libro con imágenes del detrás de escena que fue publicado en 2010 y causó furor entre los seguidores del programa.
Hoy, a sus 60 años, está casada, . Mientras que muchos creen que perdió una gran oportunidad, ya que jamás volvió a disfrutar del éxito de los ’80, ella s