Soledad Villamil y Federico Olivera mantienen un amor de perfil bajo. Los actores, que están juntos desde 1996 y casados desde 2021, han sido celosos protectores de su intimidad durante muchos años y recién en los últimos tiempos revelaron cómo nació su historia de amor -mientras filmaban juntos una película en Villa La Angostura y en absoluto secreto-.
Lo cierto es que hoy conforman una sólida familia con sus dos hijas, Violeta de 22 años y Clara, de 17. Las chicas, que heredaron colores y rasgos de sus padres, suelen aparecer en fotos que ellos suben a sus redes sociales.

Por ejemplo en el verano de 2021, cuando Villamil y Olivera decidieron pasar por el registro civil de San Antonio de Areco, las chicas se fotografiaron saludando a sus padres, todos muy felices por la decisión tomada que sellaba una relación de más de veinte años de amor.


“Las explicaciones se las busqué después, pero en un principio se trató de un impulso. Fue algo muy íntimo. Elegimos casarnos en San Antonio de Areco porque nos encanta el lugar y porque fue una manera de, en medio de la pandemia, salir del encierro para tomar contacto con la naturaleza y curtir un día diferente, un día de pic nic", dijo Soledad sobre el día de su casamiento a La Nación.



Sobre las claves para mantener su llama del amor encendida durante tantos años, Villamil dijo en la misma anota: “No podría decir cuál es la clave porque cada pareja debería descubrir la suya, pero en nuestro caso el secreto es divertirnos y pasarla bien. El día que eso no pase, va a ser una señal de alarma y al mismo tiempo sabemos que ninguno es el dueño del otro, hoy estamos juntos, mañana no sabemos. Somos personas independientes. No hay celos, pero sí un compromiso de amor que hoy está más fuerte que nunca”.



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