El pasado 4 de agosto, Meghan Markle celebró sus 42 años y pese a que no realizó un gran evento, sí hubo una reunión para sus seres queridos. De acuerdo con la Revista People en Español, la duquesa de Sussex tuvo una festejo muy íntimo en su casa ubicada en Montecito, California, en la que estuvo bien acompañada.
Junto a sus hijos Archie (4) y Lilibeth (2), y su esposo, el príncipe Harry, tuvo un cumpleaños donde no faltó el pastel ni tampoco el karaoke. Esto debido a que "no le gustan las grandes escenas", y prefiere pasar este día cerca de su círculo más cercano, sin muchos invitados y sin hacer grandes planes.
Además, la realeza británica no se pronunció por este fecha a diferencia de años anteriores, ya que como mencionaron al medio The Daily Mail, este tipo de celebraciones son homenajeadas en el caso de ser miembros de la Familia Real que estén cumpliendo con sus funciones, es decir, en ejercicio de sus obligaciones.
Cena romántica previa a su cumpleaños
Sin embargo, Meghan también pudo tener una cena romántica con su esposo, en medio de los rumores que indican una crisis. La pareja asistió el jueves por la noche al restaurante italiano "Tre Line", donde allí también vieron a su amigo Matt Cohen. Los tres fueron captados a la salida del lugar donde se pudo apreciar también el look de la mujer.
Por su parte, Markle lució un vestido negro y blanco, a rayas y sin tirantes, que pudo recordar al traje de Barbie, que acompañó con sandalias negras y bolso de mano. Con una triunfante sonrisa, la exactriz demostró que su matrimonio está más que bien y de esta manera, disipó las versiones de una posible ruptura.
En tanto, Harry optó por una camisa de lino en color azul y pantalones claros. Al igual que a su esposa, se lo pudo ver con una actitud relajada y despreocupada, dando cuenta de que se trataba de una noche muy alegre, previo al cumpleaños de Meghan, quien ya estaba en pleno espíritu festivo.
