Irene Bermejo, la médica dermatóloga de las celebridades, cumplió 70 años y lo celebró a lo grande en el Yacht Club de Puerto Madero. Antes de llegar al salón, en donde la esperaban colegas, pacientes, familiares y amigos, la doctora detrás del slogan "más allá de la piel" conversó en exclusiva con Para Ti.
La celebración estuvo repleta de momentos inolvidables. Durante el ingreso al salón, los invitados desfilaron por la alfombra roja y posaron junto al brillante logo característico de Irene Bermejo. Una vez en la recepción, disfrutaron una amplia variedad cócteles de autor, jazz en vivo e incluso tarot en manos del equipo de la astróloga Jimena La Torre.
Por su prestigio y larga trayectoria, la doctora tiene como pacientes a distintas personalidades del mundo del espectáculo. Pilar Smith, Romina Gaetani, Guillermo Lobo y Silvia Pérez fueron algunos de los que asistieron a la gran celebración.
Irene Bermejo, la dermatóloga de las celebrities
-¿Quién es Irene Bermejo?
-Irene Bermejo es una mujer que durante toda su vida trabajó, subió, bajó, subió, bajó. Se recibió de médica dermatóloga. Toda mi vida trabajé de dermatóloga, tengo una clínica desde hace 30 años, que ininterrumpidamente ha trabajado en este país, que no es moco de pavo, que está ubicada en Belgrano.
Empezamos siendo muy chiquitos y hoy tenemos una clínica con 25 médicos. ¿Por qué? Porque abrimos Nordelta y en esa nueva sucursal trabajan otros colegas conmigo. A lo largo de estos años crié a tres hijos: Juan (38), Patricio (35) y Sofía (30). Y acá estamos, cumpliendo los 70.
-Y si tuvieras que resumir esto que nos contás, ¿cómo te definirías en tres palabras?
-Luchadora. Tenaz. Perseverante...
-Si tenés alguna más nos podés contar, te quedaste pensativa.
-Es como... otra faceta: sensible, espiritual, humana, solidaria.
Longevidad saludable, la propuesta de Irene Bermejo
-Contame, ¿qué es la longevidad saludable? ¿Cómo se diferencia de otros enfoques?
-El enfoque de una longevidad saludable parte de no negar la edad que tenés, pero sí vivirla en plenitud desde la salud física, espiritual, de tratar de que el estrés no te coma. Entonces uno empieza a gestionar este estrés a través del deporte, de la meditación, de alguna actividad de tipo espiritual, que en el contexto logran que uno a los 70, a los 80, a los 90, termine siendo atemporal. Nadie dice que voy a tener 30 años menos o que parezco de 20 años menos, no se trata de apariencia, se trata de vivencia. Y la vivencia es de total plenitud.
-¿Siempre tuviste esta forma de ver la profesión y la vida?
-Sí, siempre tuve esta forma de ver la vida, encontrando distintas aristas. Porque cuando tenés 20 sos invencible, cuando tenés 30 sos Gardel... y cuando empezás a transitar la mitad de la vida, empezás a sentir que el afuera solamente no alcanza.
Entonces empezás a hacer una búsqueda más interior, más espiritual, seguramente cuando los chicos crecieron, cuando uno tiene más tiempo mental y más espacio para uno mismo. Cuando uno puede lograr aunar estos caminos es fantástico, porque al final no hay un afuera ni un adentro, hay un todo.
-¿Cómo fue tu transición de médica dermatóloga a médica dermátologa y además empresaria?
-Es algo que viene con los años, con la necesidad. Una empieza a crecer, a ser en cierta manera conocida, a tener cierto prestigio. Empezás a tener una demanda que ya no podés absorber sola y empezás de a poquito a tener un colega que trabaja con vos, dos, tres cuatro. Cuando te querés acordar, sos una PyME.
Empezás a gerenciar de otra manera las cosas, empezás a tener ayuda, asistencia, que te permite ampliar la visión. Yo he sido una esponja: todo aquel que fue un maestro en mi vida, aproveché lo que tenía para darme y lo tomé. Esa es la manera que uno tiene de crecer, la humildad de saber que uno tiene límites y poder incorporar lo que el otro viene a enseñarte.
Motivos para celebrar: el aniversario número 30 de su clínica y una nueva apertura
-¿Qué te genera ver el crecimiento de los últimos 30 años y la nueva apertura en Nordelta?
-Es un orgullo enorme y por otro lado, ayer estábamos en La Plata dando una charla, en el 25º Congreso Argentino de Dermatología, y la verdad es un placer enorme sentir que la gente te reconoce, que la gente siente que aportás, que sos una maestra, que tenés cosas para dar. A los 70 recoger todo ese cariño, uno siente que es tarea cumplida.
-Al dedicarte a formar a otros profesionales, ¿cómo lográs transmitir tu forma de ver la estética y la salud?
-Yo creo que uno no puede dar más de lo que tiene. Entonces doy lo que soy. Transmito y cuento cómo veo la medicina, los pacientes, el vínculo, las técnicas que enseño, porque fundamentalmente enseño láser, pero cuando uno enseña láser también enseña el modus operandi que tiene con la tecnología y con el paciente.
Después, el otro captará lo que uno le enseña y le pondrá su impronta, pero trato de transmitirles esta mirada integral que creo que te la dan los años. Por suerte, hay toda una camada de gente joven que empieza a tener esta mirada más integradora, más abarcativa y que va más allá de la piel, que de alguna manera fue un slogan que acuñé cuando empezamos a mirar a los pacientes más allá de la piel.