Shakira y Antonio de la Rúa protagonizaron uno de las parejas más recordadas de la farándula, allá por el año 2000. La artista colombiana estaba en pleno auge de su carrera y él era hijo de uno de los políticos más importantes del país, Fernando de la Rúa. Incluso, el sencillo "Días de Enero", incluido en el disco Fijación Oral Volumen 1, trata acerca de este flechazo que dio inicio a un romance que duró 10 años y que terminó por infidelidades.
Antes de separarse, la pareja planeaba casarse en 2009 y Antonio se había convertido en el mánager de la artista dejando su carrera como publicista. Sin embargo, este sería el gran error que cometería la cantante ya que su ex novio reclamó parte de las ganancias y hasta le exigió el 18 % de todo lo recaudado, algo que Shakira nunca le perdonaría.
Luego del escándalo, de la Rúa se alejó de los medios y de los Tribunales, y encaró su vida en el extranjero. También se dio lugar para el amor y conoció a Daniela Ramos, Miss Mundo Colombiana, con quien tuvo dos hijos: Zulú (7) y Mael (4), separándose en 2018 pero en buenos términos. Por otro lado, tras dejar su pasado como mánager, Antonio se metió de lleno en el negocio hotelero, el cual resultó ser todo un éxito.
Primero, desembarcó en México con la apertura de "Nomade Tulum" y más tarde inauguró "Be Tulum", con la asociación de otros inversores. Pero eso no fue todo ya que luego se instalaría en Bahamas con el hotel "Bonds Cay", un auténtico refugio paradisíaco muy elegido por las celebridades. Además, antes de la pandemia, adquirió el "Nomade Marrakech", en Marruecos, el cual pertenecía a la italiana Franca Sozzani, ex directora de Vogue Italia.
Así, Antonio decidió volver a la Argentina y llevar este imperio a la ciudad de Buenos Aires. Durante el programa "A la tarde", emitido por América TV, se confirmó la inversión de 7 millones de dólares en la compra del ex hotel Sofitel, también conocido como Edificio Mihanovich, un inmueble de gran valor arquitectónico y con todos los lujos ideales de un hotel de siete estrellas. En la actualidad, uno de sus principales socios es J. Todd Morley, con quien en 2008 fundó G2 Investment Group, una empresa de asesoramiento de inversiones con sede en Nueva York.