Desde agosto del año pasado, la princesa Leonor pasa la mayor parte del año en el UWC Atlantic College, el internado ubicado en Gales donde cursas sus estudios. Según dicen, no es elitista ni un centro para hacer conexiones con otros ricos, porque la mayoría de sus estudiantes están becados, ya que son aceptados por sus logros académicos.
En el día de hoy, que la heredera al trono español cumple 17 años, te contamos algunos detalles curiosos de este colegio ubicado en un castillo al que comparan con Hogwarts, la mítica escuela de magia de Harry Potter.
Estudio, diversión y ayuda comunitaria
Estos son los tres pilares del UWC Atlantic College, las tres cosas en la que los estudiantes reparten su tiempo. Arman sus horarios a su gusto, siguiendo los lineamientos de la cantidad de horas que cada uno de estos ítems tiene que tener por semana.
El UWC Atlantic College se ubica en un castillo en medio del campo, en una extensión inmensa en la que hay desde una huerta, a una playa o una granja.
Según cuentan, el internado galés tiene tres pilares fundamentales:
-El académico, que son las materias que elige cada alumno según su carrera. Cada alumno diseña su currícula a su gusto: deben elegir tres materias mayores y tres menores, y también cuántas horas quieres dedicarles a cada una por semana.
-Para cumplir con el servicio a la comunidad, que es el segundo pilar del colegio, los alumnos deben realizar diferentes trabajos. Por ejemplo, como guardavidas, socorrista, acompañante de gente mayor o de niños discapacitados, y dedicarle dos o tres horas a la semana con un tutor que te evalúa tus horas sociales.
-El tercer pilar es muy amplio y variado, tiene que ver con un porfolio de actividades que es posible desarrollar, como fotografía, jardinería, cerámica, tai chi, aerobic, piano o baile, entre otras tantas. Eso sí: las actividades extra que cada alumno elige realizar no deben superponerse con las actividades académicas.
Sin uniformes ni etiquetas
Al contrario de muchos colegios que continúan una larga tradición en el uso de uniformes y distintivos, este internado permite que los alumnos elijan su atuendo cada día. Según se dice, lo que ponderan es el desarrollo intelectual y cómo piensan los alumnos, así que si alguno quiere ir a clase con un buzo sobre el pijama, nadie le llamará la atención.
No hay títulos que valgan
En el internado cada alumno vale por lo que es y aunque en la nómina de alumnos haya miembros de la realeza (como la princesa Leonor y la princesa Alexia de Países Bajos, por ejemplo) reciben el mismo trato que el resto de sus compañeros.
Además tienen obligaciones que son supervisadas: todos deben limpiar y ordenar sus habitaciones, cambiar las sábanas y lavar su ropa en el laundry, por ejemplo. El servicio de limpieza es solo para las áreas comunes, como pasillos, aulas y el comedor. No obstante hay adultos que supervisan las casa en las que se encuentran las habitaciones a los que los chicos llaman "madre" o "padre", que los ayudan si ven que les falta algo.
Nada de alcohol ni de fiestas
Lejos de lo que muestran series y películas, en el internado galés están descartados los festejos, dado que hay personas de diferentes culturas y la idea es que no se aíslen, sino que compartan todo lo que puedan. En promedio hay alrededor de 400 estudiantes de 70 países distintos, ya que lo que busca la institución es la apertura mental, cultural y social de cada uno de ellos.
Además, hay un par de normas que dicen que no está bien vista la ostentación pública de riqueza. No se ve bien usar ropa ni accesorios de marca que marquen las diferencias sociales y económicas entre los alumnos.
Intercambio de ideas
Las diferentes actividades se basan en generar mucha afinidad entre los alumnos. En las clases de literatura, por ejemplo, les asignan un libro que los estudiantes deben leer en su tiempo libre para debatir ideas en clase. Los profesores son como guías que ordenan las disertaciones y cada estudiante debe pensar cómo exponer sus ideas por sí mismo.
Cómo es el famoso salón comedor
En el castillo está el comedor, con capacidad para todos los alumnos y profesores, con un servicio de comida tipo bufet internacional, porque hay alumnos de todas las religiones y culturas.
Cada uno toma una bandeja, elige lo que quiere y se sienta donde y con quien quiere: profesores y alumnos comparten la mesa cada día.
No obstante, también pueden organizar comidas más sencillas en las casas (donde se encuentran las habitaciones) que cuentan con un salón comedor y una pequeña cocina donde los chicos pueden preparar los platos que deseen.
Como la última comida oficial del día es antes de las 18 horas, a eso de las 22 pueden tener hambre, entonces es en ese momento en el que se acercan a la cocina a preparar algo para comer antes de irse a dormir.
El lugar ideal para encontrar el primer amor
Dicen que es un lugar propicio para encontrar el primer amor, dada la magia del lugar, el alejamiento de la familia y la conexión que los alumnos establecen entre sí. Tal y como le ocurrió a la princesa de Asturias, quien desde hace meses está muy cerca de un joven galés que viajó con ella de regreso a España para su primer receso y que no solo conoció a la Familia Real, sino que hasta cuenta con su visto bueno.