Sobre la relación de Carlos III y Camilla Paker Bowles se habló mucho tiempo antes de que la pareja pudiera blanquear su relación. Tal y como lo muestra The Crown en su quinta temporada, una conversación íntima entre ellos, cuando ambos estaban todavía casados, se hizo pública y causó un gran revuelo.
El contexto del Camillagate: Carlos cuestiona a la monarquía
Carlos y Diana ya no eran un matrimonio, pero esto no era público. Mientras la Reina culminaba uno de los peores años para la monarquía, el heredero al trono planteaba la necesidad de hacer cambios de fondo que demuestren una verdadera modernización.
Mientras tanto, el Daily Mirror recibía una grabación delicada: Carlos y Camilla Parker Bowles mantenían una charla hot. La decisión fue pagar por la cinta, pero se mantuvo en secreto durante tres años, hasta hallar el momento propicio de revelarla.
Tres años después, en 1993, con varias separaciones de miembros de la monarquía blanquedas ante el ojo público, el Daily Mirror finalmente da a conocer el contenido de la conversación telefónica.
Bajo el título "Carlos y Camilla - la cinta", la explícita llamada de seis minutos entraba en un detalle insoportable cuando los amantes de mucho tiempo fantaseaban con tener intimidad el uno con el otro.
30 años después, su conversación sigue siendo estremecedora
Según el antiguo oficial de protección personal de la princesa Diana, Ken Wharfe, en su libro Guarding Diana: Protecting The Princess Around The World: "La reacción fue salvaje. Figuras del establishment normalmente leales al futuro Rey y al país se horrorizaron, y algunos cuestionaron la idoneidad del Príncipe para gobernar".
En aquel entonces, los reclamos de Carlos ante las máximas autoridades monárquicas eran callados ante el enojo del Duque de Edimburgo, quien no lo consideraba con la autoridad moral suficiente para plantear esos temas.
Por qué el "vestido de la venganza"
Ante la publicación de la noticia, tanto el esposo de Camilla como Lady Di se sintieron humillados, aunque hace años que ambos eran conscientes de lo que pasaba entre sus respectivas parejas. Camilla abandonó la vivienda familiar, lo mismo que Carlos.
La Corona anunciaba la separación de los príncipes de Gales, aunque afirmaba que continuaban casados para honrar sus deberes como miembros de la realeza. El primer evento oficial al que tuvo que asistir, Diana usó el famoso vestido negro que rompía con varias de las reglas protocolares que le imponía su investidura. Y comenzaba con camino a convertirse en leyenda.
Paul Burrell, el famoso mayordomo y confidente de la princesa, contó en un documental sobre el vestuario de la realeza la historia real del vestido que con el que empezó esa revolución estilística de la princesa, el famoso un vestido negro de la diseñadora griega Christina Stambolian al que desde entonces se conoció como “el vestido de la venganza” de Diana.
Contaba Burrell en la serie Secrets of the Royal Dressmakers, que la noche que Diana estaba invitada a la fiesta que el verano de 1994 Vanity Fair dio en la Serpentine Gallery de Londres coincidió con la emisión del programa en el que el príncipe Carlos confesaba su aventura con Camilla. "El príncipe de Gales había decidido que iba a contarle al mundo que había cometido adulterio con Camilla Parker Bowles en la televisión pública. Así que Diana me dijo: ‘No puedo ir. No puedo dar la cara sabiendo lo que Carlos acaba de decir. Y de todos modos, no tengo nada que ponerme”.
El antiguo mayordomo de la princesa fue entonces a su placard y encontró un vestido de Christina Stambolian que Diana se había hacía comprado tres años. Y le dijo: "Probátelo". Entonces se lo enfundó, se lo abrochó y lucía como un millón de dólares”, cuenta Burrell.
A la princesa, sin embargo, le pareció demasiado atrevido y sexy, pero después de que Valentino publicara una nota de prensa comunicando que asistiría a la fiesta con uno de sus diseños, Diana se enojó (porque dar por hecho eso le pareció muy “presuntuoso”, explica en el documental Paul Burrell) y decidió ponerse el de Christina Stambolian.
El diseño tenía un pronunciado escote corazón y una larga cola negra. Lo completó con unos tacos de seda de Manolo Blahnik, medias negras transparentes y un collar de gargantilla.